La Casa Embrujada

Escrita por Karla P.
Yo vivo en Nuevo Mexico, en Estados Unidos. Andaba buscando casa de renta (alquiler), y una señora que sin querer conocimos me dijo de una casa. Fui a verla y era una casa muy bonita y lujosa, de acuerdo a mis posibilidades; era muy grande, estaba dividida en 3 casas. La parte que me rentaron fue la de enfrente. Tenía un porche grande y una palmas de forma que lucía muy bonita. Bueno, pues me la rentaron muy barata, lo cual a mí se me hizo extraño, pero la señora -que era dueña- ya la conocía y me quiso ayudar.
Pues nada más duré 3 meses viviendo ahí. La casa era tan grande que tenía una recámara y la sala vacías, porque no tenía muchos muebles. La recámara que habitábamos era grandisima: tengo 2 niñas y el bebé y están acostumbrados a dormir conmigo, y decidimos acomodar todo ahí.
Pues al mes de llegar ahí, una noche escuché que arrastaban los pies en el pasillo que daba al baño y me levanté a ver qué era. Fui al baño y no encontré nada, de repente oigo ruidos y volteo a la cocina y en el fregadero vi a una viejita de espaldas. Fueron segundos. Cuando reaccioné no estaba segura de haberla visto, y decidí no hacer caso pues no quise asustar a mis hijas.
Fueron varias ocasiones en que escuché los pasos, y al mes y pocos días una noche mi bebé despertó llorando, y cada vez era más fuerte su llanto, como muy asustado. Lo santigüé, pues tengo esa creencia de santiguarlos con un huevo, y el niño no se callaba. Nos dieron las 6 de la mañana hasta que se cansó y se durmió. Se me hizo muy raro y le platiqué a una hermana; ella tuvo una visita de un padre que era misionero y le bendijo agua, sal, aceite, palmas, imágenes... y me dio de todo para que echara en la casa: puse imágenes de Dios y santos, pues sí pensé que era algo malo lo que me lo asustó.
A los 3 meses de estar ahí, una noche volvió mi hijo a despertar llorando, pero lloraba muy feo, como si viera algo que le daba mucho miedo, y entraba a los cuartos y de repente lloraba más en unos que otros. El baño era el único lugar donde no lloraba. Decidí hablarle a mi hermana para que fuera por mí pues no era normal. Llegó mi hermana y empezó a rociar sal, agua, aceite, y con las palmas rezaba y agarró a mi hijo. Se dio cuenta de que mi hijo no podía seguir ahí, y decidí irme con ella a su casa.
Al salir al porche de la casa, como obra de magia, mi hijo dejó de llorar. Estuvo bien toda la noche y no entendíamos qué era lo que lo asustaba. Al siguiente día decidí regresar. Al llegar a la esquina de la cuadra de la casa mi hijo empezó a llorar. No entendíamos nada. Llegamos y estuvo peor, gritaba muy feo, como desgarrador, y mi hermana lo agarró y se lo llevó. Me dijo que me esperaba en la casa, que me fuera pronto. Yo lo que hice fue que agarré lo más necesario y antes de llegar a la casa mi hermana me habla y me dice que está muy asustada porque el niño gritaba muy feo, como que no era él. Me fui corriendo y entonces me acordé que me habían dicho que lo santiguara con una vela santísima, y al llegar eso iba a hacer pero llegó la vecina de mi hermana asustada porque vio a mi hijo cómo estaba y me dijo que me llevaba con su suegra, que ella sabía de eso.
Le habló por teléfono y llegamos y apenas entramos cuando la señora me preguntó en dónde vivía, porque el niño iba muy asustado. Al decirle que vivía en la casa de los arcos me regañó que si no sabía que en esa casa habían matado a la dueña. Me quedé helada, no podía creer lo que me decía.
Agarró al niño y lo empezó a santiaguar con un huevo. Yo no lo podía creer pero luego, luego el niño dejó de llorar y se quedó dormido. Lo santiguó también con la vela, y me empezó a platicar lo que había pasado, y me dijo que no debía volver a llevar a mi hijo a esa casa.
Me dijo que a la dueña la habían matado en la sala a puñaladas, que había quedado muy fea y que ella rondaba su casa queriendo robarse el alma de mi hijo para poder descansar ella. Él la veía como había quedado ella al ser apuñalada... ya sabrán cómo me sentí ¿cómo podría ser posible que mi niño de tan solo 4 meses de edad, sufriera de tal modo? Me sentía muy culpable pero yo no sabía que iba a pasar eso.
Lo santiguó 3 veces y con eso estuvo. Yo regresé por mis cosas, y al avisarle a la señora de que me iba a salir fue peor mi sorpresa: me dijo que habían matado a su mamá, que la casa no se había habitado desde entonces porque la policía no la había liberado, y yo tenía muy poco de haber llegado a ese pueblo..., y lo peor fue que ella me dijo que esa casa ya había sido anteriormente de una viejita a la que también habían matado. Entonces comprendí que sí vi a esa viejita aquel día.
Esto pasó hace un año y seis meses y todavía me siento muy mal. Pocas veces platico esta historia porque es algo que todavía me da miedo y me da escalofríos nada más de recordar cómo sufrió mi niño, pero gracias a Dios ya está bien. De lo que me he dado cuenta es de que él percibe cosas malas porque llora cuando no está a gusto en un lugar, y lo primero que hago es retirarme.


Extraños Visitantes

Escrita por Pilar M.

Cuando me casé, mi marido trabajaba los sábados por la mañana pero yo no. Solía despertarme a medias cuando se iba y volvía a dormirme de inmediato... Durante un tiempo me ocurrió algo especial: Semana tras semana, casi sin interrupción, le oía regresar en busca de alguna cosa que había olvidado... Con toda claridad, percibía el sonido de la llave en la puerta, el cling-cling de una campanita colgante situada a la entrada, notaba sus pasos por el piso hasta llegar a la habitación, el ruido que hacía al revolver algo, hasta notaba su presencia en forma de olor... Yo deseaba abrir los ojos y hablarle pero ambas acciones me resultaban imposibles, pese a hallarme plenamente consciente. Mi cuerpo no obedecía mis órdenes y lo cierto es que esa circunstancia me producía una angustia intensísima porque yo quería ver qué pasaba, preguntar, decirle un nuevo "hasta luego" o confirmar si habíamos quedado en algún sitio para comer...

Finalmente, los sonidos se repetían pero al revés: pasos que se alejan, la campanilla de la puerta, la llave al abrir y cerrar y hasta el ruido del ascensor...

Un día se me ocurrió preguntarle a mi marido qué "diablos" olvidaba cada sábado para tener que volver a casa un minuto después de marchar. Su respuesta fue: ¡NO LO HE HECHO NUNCA! A partir de ese momento decidí que algún ser o seres elementales, también conocidos como "bajos astrales", se estaban divirtiendo a mi costa y decidí esperar la próxima jugarreta...

En ese estado, plenamente consciente, como he puntado, aunque sin el control de mi cuerpo (no podía hablar ni abrir los ojos) se produjo una nueva experiencia. Traté de relajarme y pensar con claridad y determinación. Sabía que las percepciones que llegaban a mis sentidos eran falsas o, en todo caso, no era mi marido el que había regresado a casa. Mentalmente, ordené a esos seres, a los que taché de elementales, que me dejaran en paz y los envié a..... LA EXPERIENCIA JAMÁS SE REPITIÓ.

Un ser sentado en mi cama

Escrita por Claudia L.
Te cuento que hace pocas semanas, yo me levanté temprano -como a las 6 de la mañana- para desayunar con mi mamá, que se iba a ir a las 6:30 a.m. Después de desayunar aún estaba con sueño, subí a mi cuarto que está en el segundo piso, pero antes fui al cuarto de mi hermanito, quien estaba durmiendo. En mi casa sólo estábamos mi hermano y yo.
Entonces entré a mi cuarto, dejé la puerta abierta (hasta ahora me arrepiento de haberla dejado abierta), me eché en mi cama, y no podía dormir. Solo estaba echada. Entonces escuché como pasos en el pasadizo, pasos que bajaban las escaleras..., yo pensé que era mi hermano, que se había despertado, entonces salí de mi cuarto y fui al cuarto de mi hermano, el cual seguía durmiendo.
Regresé a mi cuarto, me acosté en la cama, y entonces escucho pasos que entran en mi habitación. Yo estaba volteada mirando a la pared, dándole la espalda a la puerta, y escucho como el sonido de una bolsa en el suelo, como si jugasen con una bolsa. Me armé de valor y decidí ver qué había. Cuando volteé no había nada, entonces voltee a mi posición inicial.
Y empiezo a escuchar los pasos, pero esta vez acercándose a mi cama. Entonces sentí como si alguien se sentara en mi cama. Estaba muy asustada, y después sentí unas uñas en mi cuello, como rascándome, y en la parte de atrás de mi nuca sentía unos pelos. Esa mano tenía pelos. Luego paró y escuché que los pasos salían de mi habitación. Entonces traté de dormir y esperé a que mi mamá regresara.


Cosas que pasan en casa de mi Abuela

Escrita por Barbara Y.
Lo que les voy a contar le pasó primero a mi familia y luego a mií. La casa de mi abuela tiene más de 100 años, es muy vieja, de teja, y por lo tanto se oyen ruidos extraños por la noche, cosa que uno puede explicar. En fin...
Hace años, cuando mis tíos y mi mamá estaban chicos, salieron de la casa de mi abuela para visitar a una de mis tías que vivía en la calle de abajo; la casa de mi abuela está en una calle que está de bajada, y en ese entonces estaba empedrada por lo cual los pocos coches que había en esos tiempos bajaban muy despacio.
Después de estar un tiempo en casa de mi tía, mi abuela junto con sus hijos, salieron para irse a su casa, cuando de pronto vieron que un coche que se detenía enfrente de la casa, y luego siguió avanzando como si nada. Al llegar a la casa, no habían pasado ni 2 minutos porque estaban realmente cerca, se dieron cuenta de que todas las ventanas y todas las puertas estaban abiertas. Mi abuela se extrañó mucho porque ella misma había dejado todo cerrado y apagado ¿qué fue lo que paso? Todavía no saben porque al entrar vieron que nada estaba forzado y las puertas y ventanas estaban abiertas por dentro, no por fuera.
Otra cosa que les pasó a un tío y a una tía, es que estaban en la misma casa de mi abuela, afuera en el corredor, cuando entraron por un vaso de agua y de pronto se oyeron los gritos de los dos pero como locos. Entraron mi abuela y mis tíos a ver qué pasaba y mis tíos no les podían contar nada del miedo que tenían. Cuando por fin pudieron hablar, les dijeron que habían visto la cara de una monja entre el maizal que tenía mi abuela a la mitad del patio. Le preguntaron a cada uno de los niños qué habían visto y los dos dijeron lo mismo, que se les había aparecido la cara de una monja en los maizales. No les tomaron mucha importancia pensando que a lo mejor los dos se habían espantado mutuamente y creyeron ver la monja, pero al cabo de los días, mi abuela también había ido en la noche por un vaso de agua y también vio a la monja entre los maizales. Al día siguiente mandó cortarlos y la monja no se ha vuelto a aparecer, y más ahora que ahí se contruyó el nuevo comedor de la casa.
Y ahora les cuento mi experiencia en esa casa, yo me fui a vivir ahí hace más de 8 años. Una noche cualquiera estaba yo profundamente dormida, cuando empecé a sentir que me paralizaba empezando desde los pies y me subía la sensación por las piernas y el torso, les juro que fue una experiencia horrible. Creo que me pasó algo que dicen por aquí la gente grande de que "se te sube el muerto". Al final no me pregunten cómo logré despertarme o moverme, pero dejé de sentirme así, pero les juro que fue horrible.
Lo último que me pasó es que estaba viendo la tele en mi cuuarto cuando sentí clarito que alguien se sentaba en mi cama. Hasta el momento no sé quién fue, pero hasta vi cómo se hundió la cama por el peso de la persona. En ese cuarto después se oyen ruidos, y mi perro en las noche le gruñe a algo que ve en las paredes pero hasta el momento no he podido ver nada y no sé lo que pasa. Según nos dijeron que hay dinero enterrado abajo de la casa, pero hasta el momento no se ha descubierto nada.
Espero que les haya gustado, saludos.


La bebé que deseó la bruja

Escrita por Adrian M.

Con este asunto de las brujas que últimamente se ha dado aquí en Nuevo León, primero con la de Santa Catarina que vió un policía cerca de un cementerio (creo que así iba la noticia cuando la ví en tv este año que recién pasó, corríjanme sí me equivoco), y segundo con el rostro de bruja que salió en una fotografía tomada en China (en Nuevo León, claro) que recién pude ver ayer también en las noticias de la mañana, recordé un relato que mi madre me contaba mucho cuando era chico; actualmente casi tengo 21 años.

Bien, resulta que mi madre cuando tenía alrededor de 8 o 9 años de edad vivía en San Miguel de Allende, Guanajuato; en aquel entonces eran como los años 60´s y la urbanización no era aún muy notoria, y por ende algunos de los hermanos de mis abuelos maternos vivían en pequeñas localidades rurales, donde apenas la población quizás llegaba a no más de 200 o 300 personas, por eso en general casi todos se conocían, por así decirlo; las localidades en su mayoría estaban compuestas por gente de raza mestiza pero más que mestizos le tiraban a ser índigenas por el color de su piel (un color moreno muy fuerte), estatura baja y rasgos faciales característicos. A mi madre le encanta decir que son indios, pero eso lo dice en tono de cariño y no en tono racista. Aclaro para que después no haya discusiones al respecto jejeje.

Una de las hermanas de mi abuela, tía de mi mamá y tía abuela por mi parte, vivía en una de esas pequeñas comunidades; en aquel entonces era bastante común que se matrimoniasen únicamente gente de la misma raza, por lo cual mi tía abuela se casó con un hombre de su misma localidad, y como por aquel entonces también era costumbre, el hombre salía a trabajar mientras mi tía quedaba en su casa a la orden de las tareas del día y al cuidado de los niños.

En esa localidad además, la gente rumoreaba que había una bruja entre ellos, pero nadie le quería hacer frente porque le tenían temor a lo que les pudiese ocurrir, ya que esta señora supuestamente era practicante de magia negra.

Mi tía abuela tuvo muchos hijos, alrededor de ocho o diez, y todos varones, y obviamente, todos con los mismos rasgos faciales de su madre y su padre, estatura baja, morenos fuertes, etc., pero una vez tuvo un embarazo y cuál sería su sorpresa que este no era varón sino que era mujer, pero lo qué más le sorprendió no fue eso sino el hecho de que a diferencia de sus padres, sus hermanos y la demás gente de la comunidad, esta bebé era muy distinta, era de un color blanco rosadito, cabello rubio fino, tipo risitos..., bueno, absolutamente nada que ver con los demás. Cuando mi tío abuelo (el padre) y mi madre la vieron no lo podían creer ¿de dónde? y bueno, en forma sarcástica hice el comentario de que quizás algún gringo (americano) vivía en los alrededores y... bueno ya saben, pero ahí fue cuando mi madre me dijo que solo en esas comunidades vivía gente de una sola raza, eran aisladas del resto, y bueno, dije, quizás solo paso por ahí, pero también me dijo que mi tía no salía de casa y raramente del pueblo... En fin sea como sea el asunto era este.

Las demás personas no tardaron en dase cuenta del nuevo nacimiento, todos querían a la pequeña bebé por lo que contaba mi madre, a cada rato cariños le llegaban de todos lados sin cesar, todo parecía miel sobre ojuelas, pero la felicidad duró poco. Una noche cuando mi tía abuela y su esposo estaban en el comedor y la bebé en la cuna de un cuarto contiguo (la casa era muy pequeña), escucharon claramente como un pájaro estaba aleteando, los ruidos según le contaron a mi madre, parecían venir de la habitación de la bebé. No le dieron más importancia y siguieron cenando, pero de pronto escucharon los aleteos cada vez más fuertes y más cercanos y fue cuando la bebé se comenzó a poner muy inquieta y comenzó a llorar, y al momento que fue mi tía al cuarto a ver qué era lo que pasaba, encontró la ventana totalmente abierta y a la bebé llorando muy fuerte y pataleando con toda su fuerza, por lo cual esa noche mejor se la llevaron a dormir con ellos.

Lo primero que se les vino a la mente fue, obviamente en ese entonces, la bruja. Al día siguiente mi tía abuela iba en camino al mercado a comprar lo indispensable para la cena, y de camino se topó con una mujer que, cuando las vió a ella y a la niña, se acercó, sonrió en forma extraña y dijo:

- ¡Ay, miren qué bonita niña chiquita preciosa!- mientras le hacía cariños en los cachetes.

Después lo que le dijo la dejó muda:

- ¿Me la regalas? andalé tú para qué la quieres, ella no es prieta...

Y al momento mi tía le dijo que no, que no podía porque era su hija, y dicho esto, la mujer se fue y poco a poco se fue perdiendo de vista. Esa misma noche mi tía fue a acostar a la bebé temprano y a atender a mi tío abuelo que llegaba cansado de su larga jornada de trabajo. Esa noche estaban comentando del asunto ocurrido en el mercado y así el tiempo se les fue entre pláticas y pláticas hasta que casi dio la media noche, y, cuando los dos ya se iban a dormir escucharon que la bebé de nuevo empezó a llorar muy fuerte y a gritar, y alborotados y asustados fueron hasta su cuarto.

De igual forma vieron la ventana abierta pero esta vez la bebé había dejado de llorar, pensaron que todo estaba bien y, al momento en que fueron para arroparla cuál sería su sorpresa y su tristeza que comprobaron que estaba muerta. Nadie supo explicar su muerte hasta ahora, y sigue siendo misteriosa, ya que por lo que cuenta su salud era excelente.

Por el momento es todo lo que relato, en otras experiencias que envíe les relataré cuando mi padre vió a la Llorona o la creyó haber visto, cómo mi abuelo vió al descabezado en Comonfort y de cómo una noche me nalguearon :-S sí palabra, Cuídense!

Amigos Imaginarios

Escrita por Martha O.

No sé cómo clasificar mis experiencias. Pero la verdad es que son diferentes e incontables. Desde pequeña he experimentado cosas muy extrañas, mi mamá dice que yo tenía amigos imaginarios de niña, aunque con el tiempo me he dado cuenta de que no eran solo amigos imaginarios. Nunca me siento sola, siempre siento como si alguien me observara o simplemente estuviera en la misma habitación que yo, o en el marco de la puerta de mi habitación.

Muy a menudo tengo a los que llaman "déjà-vu" y algunas veces sé las cosas antes de que pasen... a veces mi propia familia se ríe diciéndome que parezco bruja. Quizás por estos comentarios es que comencé a incursionarme en los temas esotéricos los cuales solamente han logrado aumentar la intensidad de mis experiencias.

Con anterioridad yo vivía en una casa antigua, en la que mi amiga imaginaria era Sara. Me cambié muy pequeña de casa, e inmediatamente dejé de verla o escucharla. Porque algunas veces no solo la veía, a veces solo la escuchaba. Nunca la he podido sacar de mi cabeza. Sueño con ella a menudo y muchas veces, en ellos, me dice que me extraña y que no puede encontrarme.

Por alguna razón siempre he presenciado las muertes de los cercanos de mi familia, y cuando no las he presenciado las he presentido. Algunas veces cuando me encuentro sola en mi habitación suelo escuchar voces que susurran a mi oído, casi siempre es la voz de una mujer; o sino siento como si alguien me observa o está sentado a mi lado, de hecho en este momento lo estoy sintiendo... siempre siento que alguien está conmigo...

Si deseas te cuento tres de esas experiencias con estas presencias. Desde que tengo memoria me han encantado los libros, escribir poemas e historias. Hace un par de años me encontraba sola en mi casa, y encerrada en mi habitación, era de noche, y me había encerrado precisamente por que me aterroriza la soledad. Pero como te decía, estaba yo leyendo tranquilamente y sentí como si alguien respiraba sobre mi oído, no sé por qué... pero mi primera reacción fue sonreír y volteé, pero no había nadie... continué sintiendo las respiraciones en mi oído hasta que el sueño me venció y me tuve que ir a la cama.

Me dormí... pero entrada ya la noche, escuché como si alguien me decía "Marta Olivia... ¿ya te dormiste?", yo solamente me acomodé y respondí "no..." y luego escuché de nuevo el susurro "pues despiértate". Inmediatamente me desperté y minutos después, mi teléfono que se encontraba en vibrador comenzó a sonar, era mi mamá avisándome que mi prima recién había tenido un accidente.

Déjame decirte que mi padre falleció cuando yo solamente tenía 10 años, lo amaba mucho, más que a nadie este mundo. Lo extraño es que es la única muerte de mi familia que no he presentido y no pude despedirme de él. Muy a menudo lo sueño pero una vez en especial fue hace un año, fue el sueño más extraño. Recuerdo que por esas épocas lo había estado extrañando más de lo normal, porque estaba enferma y cuando enfermaba solo él lograba hacerme sentir bien. Era ya muy tarde de noche y estaba encerrada en mi habitación como siempre, con el cerrojo puesto por dentro. En el sueño, él me decía que no temiera, que siempre estaba conmigo y que cualquier cosa que necesitara él me daría; en el sueño yo le decía que tenía sed, pero mi botella de agua ya estaba vacía y no quería bajar a la cocina porque hacía demasiado frío, él sólo me dijo que no me preocupara, que él me la traería pero que ahora tenía que despertar. ¡Cuando desperté, había un vaso con agua en mi mesa de noche!.

Las cosas que me han pasado de este estilo son incontables, desde chica las he tenido y nada de estas cosas que me suceden me atemorizan, es lo más extraño del caso...

Vivas de Milagro

Escrita por Carolina C.

Hace como unos 8 años, estaba dormida en mi cama, la cual da de frente a la puerta del baño. A mi lado está un buró y después la cama de mi hermana. Ella tenía la costumbre de levantarse por las noches a tomar agua del lavabo del baño, y prendía la luz que me daba en toda la cara.

Un día un tío nos regaló un abanico* el cual una noche prendimos. De repente veo que se prende la luz del baño y veo que es mi hermana, me vuelvo a acostar y me volteo hacia donde veía la cama de mi hermana ¡¡y resulta que ella estaba en la cama dormida!!

O sea que nadie estaba en el baño y la luz estaba apagada, así que me levanté rápidamente y me di cuenta de que el abanico tenía un corto y le estaban saltando chispas por todos lados. De no haberme despertado mi hermana y yo hoy no estaríamos vivas.

Gracias.

El abuelo visitó a las pequeñas

Escrita por Marielena M.

Llevo unos días leyendo las experiencias que han tenido otras personas y la verdad, no creí que le sucedieran a tanta gente. Lo que te voy a contar, pasó hace muchísimos años, al menos 19 años, sucedió cuando yo contaba con 8 o 9 años y actualmente tengo 27. Te pongo un poco en antecedentes:

Para empezar soy la pequeña de 4 hermanos y el de menos edad me lleva 16 años y el mayor me lleva unos 19, vamos que vine de rebote al mundo, en fin, que mis primos también son de la quinta de mis hermanos, así que cuando nací era el juguete de toda la familia, y en especial de mis abuelos, aunque uno solo me pudo disfrutar unos meses :-(. Siempre que pienso en mi abuelo paterno, me acuerdo de los largos paseos que hacíamos por el paseo marítimo y por el muelle viendo las barquitas y buscando lagartijas de colores debajo de las piedras jajaja, la verdad es que lo quería muchísimo y siempre andaba con él por todas partes. Él fue quien me aficionó a los caballos, incluso me llevó a las carreras de galgos, donde todos esos perros corren tras el conejito y claro está, la gente hace sus apuestas. Incluso cuando íbamos en coche nos inventábamos canciones y teníamos a mi abuela amargada. Pero... cuando yo contaba con la edad de 8 años, en un mes de septiembre, falleció.

Recuerdo que ese día mis padres y mis hermanos me dejaron durmiendo en casa y cuando desperté estaba mi vecina conmigo que me preparaba para llevarme al cole. Ese mediodía me recogieron unos familiares y me llevaron a casa de mi tía abuela (hermana de mi abuelo) y allí, así como pudo, me dijo que mi abuelo se había ido al cielo con los angelitos a descansar. En aquel momento le dije "Vale", como si nada. Creo que no asimilé lo que era la muerte ni el significado de ello, vamos tenía la idea de que cuando fuera a casa vería a mi abuelo como siempre esperándome, pero no fue así.

Esa misma tarde me llevaron a casa de mi abuela y estaba toda la familia menos él, todos con caras amargas y tristes, aún así me quedé igual. Llego el día del funeral y recuerdo que me llevaron pero fui incapaz de soltar una lágrima, aún no creía que no fuera a verlo, como si me diera igual lo que me decía la gente.

Al cabo de los días de no verlo entendí que nunca más le volvería a ver, y allí exploté a llorar y llorar, sin consuelo. Mi madre ya no sabía qué decirme ni qué hacer. Le cogí pánico a la muerte, solo lloraba y cuando mis hermanos me encontraban llorando en el sofá y me preguntaban yo les decía que no me quería morir ni que se muriera nadie más.

Mi madre le hizo el comentario a mi abuela (la viuda) de lo que me pasaba, y entonces mi abuela le contó a mi madre que la mañana anterior una de mis primas fue a preguntarle si mi abuelo sería capaz de hacerle daño a su hija; mi abuela asombrada le contestó que no, que mi abuelo sentía devoción hacia sus nietos y bisnietos. Le preguntó el por qué de la pregunta y Marga le dijo que vio a mi abuelo a los pies de la cuna de su hija pequeña; se asustó mucho, cogió a la niña y salió de la habitación.

Algo similar le ocurrió días después a otra prima, su hija de 4 años le decía que el abuelo bisabuelo iba a verla por las noches y hablaba con ella, le preguntaba si estaban todos bien... Una mañana la madre oyó llorar y hablar a la hija y cuál fue su sorpresa al entrar en la habitación... dice que sentado en la cama estaba nuestro abuelo y cuando se percató de ella, la miró, le sonrió y se desvaneció, dejando huella en la colcha.

La conclusión de mi abuela, fue que como no se había podido despedir de los miembros más jóvenes en vida, lo hacía en muerte. No sé si a mí me vino a visitar o no, pero en ese momento deseé que no lo hiciera mientras yo estuviera despierta, me acosté aterrada durante semanas, por miedo a que mi abuelo al que tanto quería se me apareciera, y ahora.... me arrepiento de no haberme despedido de él y decirle lo mucho que le iba añorar.

Sé que mi historia no tiene nada de terror, aunque no creo que las apariciones fueran imaginaciones de mis primas, dudo mucho que una nena de cuatro años se sugestione tanto como para imaginarse a mi abuelo hablando con ella. Desde entonces me asusta este futuro llamada muerte, que nadie conoce lo que es!!

Siento haberme extendido tanto pero me emocioné y no pude dejar de escribir y la verdad que me sentó bien. Otro día te comentaré un tema que ya me ha sucedido dos veces, la primera vez me asusté y la segunda no tanto y no sé que será. Un saludo y gracias por tu tiempo.


La enterramos con el Collar

Escrita por Eduardo L.

Mi nombre es Eduardo y vivo en Lima. Tengo 22 años pero todo lo que te contaré me sucedió hace muchos años, cuando tenía 11. 

Estaba toda mi familia en el cumpleaños de una tía mía por parte de padre, mi madre lucía un bellísimo collar, carísimo, algo grande y por consiguiente, pesado. Todo estaba bien hasta que llegó la mamá de mi padre y vio ese collar, lo que sucedió después de eso fue "magico". Mi abuela SE ENAMORÓ del collar, inclusive se lo pidió prestado a mi madre, se lo probó y lo tuvo un rato hasta que algo triste tuvo que devolvérselo. 

Pasados algunos meses mi abuela se puso muy mal, en unas semanas su salud se había deteriorado muchísimo y estaba desahuciada. Yo, que vivía con ella y con mis tías desde niño me sentía muy mal y en mi desesperación y al sentirme impotente hice lo que para mí no era gran cosa para nadie, pero sé que alegraría en algo a mi abuela, si es que algo a estas alturas la podía alegrar... tomé a escondidas el collar del que hablé al principio, que mi mamá solo utilizaba en ocasiones especiales y se lo llevé a mi abuela. 

Ella (que ya estaba bajo los efectos de los sedantes) lo único que hizo fue ver cómo se lo "probaba" sobre su pecho, me miró, sonrió y murió. Decidí entonces que tenía que encontrar la forma en que ella descansara en paz con el collar, sabía que si se lo colgaba al cuello se terminarían dando cuenta ya que los ataudes llevan un vidrio mientras es velado. Por lo que decidí ponerlo en su bolsillo luego de que la vistieran, aproveché un momento de descuido y lo metí en su bolsillo. Así la metieron a la caja, pusieron el vidrio y quedó sellado. Estuve cerca de ella desde que murió hasta que la pusieron en la caja por lo que me aseguré de que el collar se quedara en el bolsillo. 

Ahora viene lo raro o tal vez sea solo "misterioso"... hace un par de meses me llamó mi mamá (que vive en USA) para agradecerme por el regalo de cumpleaños que le envié. Al preguntarle qué cosa le había enviado (ya que solo le había mandado una tarjeta electrónica) me dijo lo siguiente: 
- Gracias por el collar que había perdido hace tanto tiempo, no sabía que tú lo tenías, y mucho menos que te gustara tanto como dice en la nota.

Para esto yo ya estaba con el corazón a mil por hora, luego le dije que me leyera la nota. 

"Te devuelvo esto, sé que es tuyo y te sigue gustando mucho. Feliz cumpleaños." 

Yo no sé qué pasó, no sé quién se lo envió pero no fui yo.

¿Quién arrulla al bebé?

Escrita por MATT E.

Esta historia se suscita en el estado de Querétaro, México, aunque hay versiones en otros estados e incluso en otros países. Yo les contaré la versión que llegó a mis oídos...
Era una joven pareja, Roberto y Maricela recién acababan de contraer nupcias, los dos enamorados y recién casados buscaban donde comprar su vivienda, ya habían visto algunas opciones, pero por falta de presupuesto o cercanía con su lugar de trabajo o algún desperfecto en el lugar, no se convencían por ninguno; hasta que uno de sus vecinos de el lugar donde rentaban por el momento, les comentó de una casa muy cerca de su lugar actual de residencia, la casa era grande, hermosa, de dos pisos, con un gran jardín en el patio trasero, en el que había un hermoso rosal, que pesé al abandono y paso delos años, parecía como si alguien lo cuidase con total esmero.
La casa era de un familiar del vecino que había fallecido un par de años atrás, pero sin dar mas detalles del por que o como, menciono que la había heredado y que planeaba venderla, ¿el precio? Era casi regalado y aparte sumando el descuento que le hizo a la joven pareja por el aprecio generado en el tiempo de vecinos.
Tardo poco para que la pareja se cambiase a su nuevo hogar, en poco tiempo la que fuese una casa abandonada ya lucia como un a gran mansión, todo parecía perfecto, un feliz matrimonio, el acenso de Roberto en su trabajo y Maricela embarazada, todo iba viento en popa, ya habían pasado dos años sin novedad alguna; excepto por algunos comentarios que le hacían sus amigos a la pareja, como el que en ocasiones marcaban por teléfono a su hogar y les contestaba una muchacha con voz muy amable que incluso se ofrecía a dejar el recado, cuando se encontraban con vecinos en la calle, ellos juraban haber visto a una joven mujer asomada por la ventana del segundo nivel de la casa que les sonreía amablemente, que incluso les llegaba a saludar. Era muy raro ya que esa ventana era la del cuarto que tenían previsto para el bebé.
La pareja solo se reía de lo que les contaban, ya que eran muy escépticos y no creían en esas boberías, incluso pensaban en no bautizar al futuro niño.
Pasaron los meses y llegó el nuevo integrante de la familia, Mateo un lindo varón de 3 kilos, no podían estar mas felices.
El niño llegó a su habitación, la cual habían preparado con anterioridad, era toda de azul cielo, con avioncitos dibujados por todas las paredes del cuarto, una bonita cuna y una silla mecedora donde su madre podría alimentarlo y arrullar al niño.
El niño era muy bien portado, casi no lloraba y cuando comenzaba a intentar un berrinche, bastaba con ponerlo en la cuna, para que en cuestión de minutos se callara o quedara dormido o a veces el niño se despertaba llorando y en segundos se callaba, en una ocasión mientras comían y el niño estaba en su cuna, dormido al parecer, comenzaron a escuchar sus risitas y hasta carcajaditas del infante, al subir a ver al niño todo quedó en silencio de repente, pero la silla mecedora se movía sin motivo aparente, tomaron al bebé y lo bajaron con ellos a la mesa sin dar mas importancia a lo sucedido.
El exceso de trabajo de Roberto y el encerramiento de Marisela por cuidar al niño todo el día, comenzaba a pasar la factura a la feliz familia, que comenzaban a tener problemas entre ellos, nada grave, pero con buenos momentos de tensión al principio, las peleas comenzaban a subir de intensidad, y en una ocasión que no paraban de gritarse el uno al otro, y el niño no paraba de llorar ya que lo traía cargando Marisela de un lado a otro, mientras reñían, enojadísima fue a la habitación del bebé a ponerlo en la cuna para salir a pelear de nuevo con Roberto, entere sus gritos dejaron de escuchar el llanto de el niño, fue hasta después de una hora que se dieron cuenta que el niño ya no lloraba y que al contrario había pasado del llanto a las risitas.
Se vieron mutuamente y consternados, fueron al cuarto del bebé, al abrir la puerta se llevarían el susto de sus vidas, al ver que una mujer de apariencia joven flotaba sobre el suelo aparentemente sin pies, cargaba al pequeño niño consolando su llanto mientras volteaba a verlos con molestia. Roberto se acercó corriendo y con miedo para arrebatadle al niño, y salir corriendo del lugar...
La familia al día siguiente fueron por sus cosas y decidieron salir de ahí de inmediato.
Poco después el buen vecino contaría la historia, la joven mujer que se aparecía, era su prima, que igual que Roberto y Marisela se había casado y junto con su esposo habían comprado esa casa, habían tenido a su bebé pero éste había fallecido por la tan letal muerte de cuna (muy común en los recién nacidos), su esposo la dejó al poco tiempo y su único consuelo era cuidar ese rosal como si fuese a su pequeño hijo, poco tiempo después ella se quitaría la vida en el cuarto que fuera de su bebé.
La casa no ha sido habitada desde entonces, el rosal sigue siendo cuidado, y algunos cuentan se puede ver a la joven por las ventanas que se pasea entre los cuartos que dan a la calle.


La Sombra en la Puerta

Escrita por Angelica A.

Detesto que la personas no me crean cuando Cuento algo, y yo se que es verdad; no un sueño, no una mentira, solamente una verdad que nadie cree.

Todos cuando pequeños tienen terrores y miedos. Uno cuando pequeño siempre llama a sus padres cuando se asusta, ellos te conzolan y te duermes o duermes con ellos, pasando todo el miedo que tuviste en ese momento. Y pasada esa noche de terror para ese niño todo se vuelve feliz, su salvación es la luz, el día. Que significa juegos con amigos y diversión. Pasa el tiempo de el adorable día y llega la noche, significado de terror para un niño. Y vuelven a aparecer los miedos, los gritos y el consuelo de sus padres. Pero en esta historia (100% real, dicho anteriormente) no sucede eso ( bueno, solamente escalofríos).

Alrededor de mis 7 años ( teniendo en cuenta lo que significa un fantasma, espíritu, etc.) Sentí los miedos mas grandes de mi infancia. Mis terrores antes no fueron tan grabes como antes y muchos mas diferentes, antes de ese suceso mis terrores eran: No dormir sola, y pesadillas. Pero crecí y pude superarlos, hasta que esa noche llego.

Me acuerdo que yo dormía con una mediana lampara encendida, que alumbraba todo mi pequeño cuarto, esta lampara, rosada y metálica, estaba posada en un velador que estaba situado al lado de mi cama.Mi mamá como siempre lo hacía se fue a despedir de mi,posterior mente mi papá y luego con un grito mi hermano. Luego recé y me quede profundamente dormida.

Sentía incomodidades al dormir donde abrí mis ojos quedando mi mirada en la pared. Mi habitación estaba clara por la luz que salía de mi lampara. Recorrí su cable con mi vista, deteniéndose en una flor de peluche que estaba enredada en el cuello de la lampara. Trate de dormir nuevamente pero no podía dormir, por alguna razón.

Fije finalmente mi vista en la puerta donde algo que no pude distinguir estaba parado en ella. Trate de mirarlo con mas detalles y pude concluir que era una sombra de un hombre. No pude negarlo tuve un poco de miedo, pero recordé algo que me riso recuperar la cordura de la situación. Hace algunos días mi hermano o mi papá estaban molestándome a la hora de dormir. Sobre todo mi hermano ( cuyo nombre era Víctor) que esperaba que me diera vuelta a mirar el piso donde el me esperaba para asustarme.

Sonreí con una mirada que le decía: Esta vez no te ah resultado tu broma tonto. Espere que llegara y se acercara para abrasarme (como siempre lo hacía luego de una broma), pero nunca lo iso, me quede perpleja al acto, pues no se movía, solo veía una sombra oscura, sin rostro, solo una figura de un hombre un poco alto. No resistí mas y le hable.

-Víctor- dije.
-Víctor ven!- dije con una voz moderada para no despertar a nadie. Pero no recibía respuesta alguna. Hasta que trate de otro modo.
-Papá- repetí algunas veces.
-Papi buen chiste- sonreí, pero esta se borró al instante ya que no me respondía.

No lo podía creer. Y mi miedo volvió al instante. Cuanto me hubiera gustado que fuera una broma o solo una visita de mi familia, pero no lo fue.
La duda se agrandaba, pero a la vez temía que esa “cosa” me hiciera algo. Gatee un poco con miedo por mi cama, hasta llegar a la puerta, donde se encontraba la sombra.

Deslice mi mano por la puerta… tratando de tocar esa “cosa” que me daba miedo. Al sentir que no había nada solido donde mi mano había atravesado.. me asuste como nunca antes. Mire hacía arriba, la sombra se había puesto mas negra que antes. Gatee mucho mas rápido de vuelta a mi cama y me tumbe en ella solo fijando mi vista hacía la pared, cerrando mis ojos con tal fuerza que hasta me dolía. Luego de recuperar un poco la calma ( no lo bastante) me pregunté por que no había llamado a mis padres y no había salido corriendo hacía su puerta y tirarme a su cama.

Al día siguiente no les dije nada a ellos, y tampoco en varios meses. Hasta que se los conté y bueno, mi mamá dudo mucho de mi historia, mi papá dijo que era posible pero no le creí ya que nunca volvió a tocar el tema.

Por un largo tiempo no volví a ver esa maldita sombra, aunque pasado alrededor de ese tiempo pude crecer y dormir con la luz apagada. Pero no lo niego, eh vuelto a sentir esa presencia que me causa algunos escalofríos, hasta ahora, pero aunque duermo con la luz apagada puedo ver algo que algunas veces esta observándome, pero me concentro en mi celular para desviarme o cualquier cosa.

Y esto en verdad paso, no comentan el mismo error que yo de atreverme a tocar esa “cosa”. Si no me creen en verdad me vale. Solo quería compartir una de las experiencias de mi vida.
 Bueno Adiós, saludos.

No Bajes

Cuando era pequeña, mi familia se mudó a una enorme casa de dos pisos. Era una construcción muy vieja, con techos altos, grandes ventanales y tablones que rechinaban.

Yo dormía en uno de los cuartos de la planta alta, al fondo de un largo pasillo con varios pares de puertas. Era común que me quedara allí jugando por horas con mis muñecas, pues al ser hija única, los juguetes eran mi única compañía.

Una tarde, mientras terminaba de peinar a mi muñeca favorita, escuché la voz de mi mamá, que me llamaba desde la cocina, en la planta baja.

Me levanté de un salto y salí corriendo del cuarto a toda velocidad, pues a mi madre nunca le ha gustado que la hagan esperar demasiado.

Antes de llegar a la escalera, sentí cómo un par de manos me tomaron por debajo de los brazos y me llevaron hacia el interior de una de las habitaciones.

Mi corazón dio un vuelco y la impresión me hizo soltar un grito muy agudo. Un instante después, me di cuenta que el misterioso par de manos pertenecían a mi mamá, que en ese momento, estaba cerrando la puerta con una expresión de terror en su rostro.

Se acercó a mí, y en voz baja me dijo: —No bajes a la cocina…
Yo también lo escuché.

La niña en la puerta

Escrita por Samanta T.

Hola. Antes que nada, me gustaría iniciar aclarando que ésta experiencia es 100% real, sucedió en mi casa y la vivió mi madre, una de mis hermanas y 4 perros que teníamos en ese entonces.

Sucedió en el año 1998, mi Abuela había fallecido en Enero y mi Abuelo (dueño de la casa) falleció en Junio, él se dedicaba al oficio de la plomería (fontanería) que a pesar de su avanzada edad desempeñaba de muy buena forma, por lo que no le faltaban los clientes. Durante el día mis abuelos y mi madre se quedaban solos en casa mientras que los demás estábamos en la escuela o en el trabajo, por ende al morir mis abuelos mi madre se quedaba sola y como mis hermanas estaban en edad escolar, al ir a recogerlas no se quedaba en casa salvo nadie los 4 perros que mencione.

Un día de Julio sucedió que mi madre salió precisamente a recoger a mis hermanas y al regresar se encontró que había un hombre en la puerta de la casa aparentemente hablando con alguien en el interior de la misma, cuando se acercó el hombre dijo que solo venía a buscar al fontanero (mi abuelo) pero que la niña que estaba dentro, solo le contestaba "No hay nadie, no hay nadie", y él le insistía que solo quería dejar un recado. Mi madre le comentó que efectivamente no había nadie y que el fontanero ya había fallecido, el hombre le dio las condolencias pero volvió a comentar que había una niña que desde adentro le contestaba. Mi madre supuso que tal vez alguna de las tías había llegado.

Al entrar a la casa notó un ambiente muy pesado, como negativo, los 4 perros se encontraban en un rincón y no se querían mover, al revisar toda la casa, efectivamente como la niña había dicho, "No había nadie". Todo ese día la casa se sintió rara, no lo sé explicar pero se sentía un ambiente muy pesado y los perros, no se movieron hasta pasadas varias horas...

Saludos

El Coco cumplió su promesa.

Escrita por Máximo M.

Esta historia me la contó un amigo, pero no le sucedió a él sino a su hermano. La historia cuenta con la familia del hermano de mi amigo la mujer, sus dos hijos, él y la madre de la mujer. En ese tiempo la madre de la mujer estaba muy enferma y la cuidaban en una habitación hasta que llegara el día de su despedida. Cierto día empezaron a sentir cosas en la casa, los hijos (pequeños) empezaron a ver a un hombre o a lo que ellos llamaban el cuco, al principio solo ellos lo veían así que pensaron que era parte de su imaginación.

Una noche la mujer, que estaba durmiendo sola no recuerdo porque, sintió algo en la habitación y al mirar en la oscuridad vio la silueta de un hombre sentado en su cama, ella se quedó paralizada (no es para menos), cuando recupero el aire nuevamente volvió a verlo y entonces le dijo, “vos no tenes que estar acá, vos ya no perteneces a este lugar”, se levantó fue al baño y al volver ya no estaba. Los pasos cada vez en las noches eran más fuertes, iban del living a la pieza de su madre.

Los días pasaban y cada vez era más evidente que una presencia estaba en su casa, los pasos, los niños que veían al cuco más seguido y encima esa presencia fantasmal en su habitación. Entonces un día el hermano de mi amigo decidió poner una cámara que grabara de noche en el living para ver si podía ver algo, vaya sorpresa que se llevo al otro día al ver unas esferas de luz (orbes) que se movían por toda la casa, tiempo después la madre de su mujer murió y con su muerte desaparecieron los fenómenos como si ella tendría algo que ver con eso.


Paso el tiempo y decidieron acomodar cosas en la casa, entre ellas encontraron un montón de fotos viejas, mirándolas se quedaron helados cuando de repente uno de sus hijos le dijo "mama el coco" señalando una foto, al verla detenidamente se dio cuenta que ese era el hombre que ella había visto en su habitación también, ese hombre era un antiguo novio de su madre que había quedado muy enamorado de ella y que después de separarse le prometió que cuando muriera él iba a venir a buscarla para quedarse con ella para siempre.

Tengo Compañía en Casa

Escrita por Martha G.

Esta es la primera de muchas experiencias que han pasado en mi casa.
Siempre hemos convivido con energías distintas dentro de la casa, solo que cada uno de los integrantes de la familia lo ha percibido de manera diferente. Yo en lo personal soy la que más cree en todo esto, pero la única que jamás ha visto nada, solo sentido.
Esto que te voy a contar es algo que le pasa a mi sobrino, el tiene 8 años (2010) y aunque estas cosas nos han pasado desde siempre, él desde muy pequeño las ha sentido, recuerdo que cuando él era bebé y aun no sabía hablar ni caminar no soportaba entrar a su cuarto, pero de verdad no lo toleraba, apenas entraba y se soltaba a llorar como si le hubiéramos pegado o algo así, incluso lo dormíamos en el cuarto de mis papás o en el mío y cuando lo pasábamos a su cuna ya dormido, apenas entrabamos a la habitación y se soltaba a llorar y retorcerse, duro así varios meses y después se calmó.

Conforme fue creciendo y hablando notamos que veía varias cosas, cuando apenas empezaba a hablar en su cuarto lloraba de noche y solo decía: - No quiero- y señalaba hacia la ventana, pero no sabíamos a lo que se refería, y hasta el momento lo ignoramos.

Ya más grande, como a los 4 o 5 años una noche estábamos en el cuarto de mis papás mi hermana, mi sobrino y yo platicando, el nos estaba contando lo que había hecho en la guardería y de repente exclamó -¡Ay no!-  se puso pálido, inmóvil y no reaccionaba a lo que le decíamos, mi hermana y yo no supimos que hacer. No pasó mucho tiempo, tal vez ni un minuto, cuando se recuperó y siguió hablando como si nada, mi hermana y yo le preguntamos qué pasó y solo nos dijo - esa señora, que otra vez me está molestando -.  Entonces mi hermana y yo le preguntamos -  ¿qué señora? y nos dijo - La señora que vive aquí pero casi nunca está, nada mas a veces viene, me ve y pasa arriba de mí, es chistoso, porque siento como si yo la atravesara a ella y no ella a mí, pero no importa ya se fue. Después de ese día no nos volvió a comentar nada y hoy a su edad le preguntamos y dice que no recuerda que le hayan pasado esas cosas, tal vez es mejor que él no lo recuerde pero mi hermana y yo tenemos muy grabada esa conversación en nuestras mentes

Ojalá sea de su interés esta experiencia y me pudieran contestar porque cada quien percibe las cosas de manera diferente, y porque yo si estoy tan abierta a estas experiencias nunca he podido ver nada y solo sentirlo.

Muchas Gracias.

La risa del diablo.

Escrita por Ofelia P.

Hola a todos.
Esta historia que le voy a contar me dejó completamente helada.
Estaba yo un día en mi cuarto cuando me vino un recuerdo horrible de mi infancia, que tenía que ver con mi padrastro por muchas cosas horribles que me había hecho. Entonces por el calor de los recuerdos lo maldije diciendo:
- ¡Maldito seas! ¡Ojalá te quemes en el infierno! -
En eso escuché una voz satánica y burlona que me contestó:
- ¡Allá nos vemos!


Me dio tanto terror que ahora voy a la iglesia todos los domingos. Aunque no creo en la "iglesia" creo en Dios.

Los demonios a las 03.15 am

Escrita por Joy E.

Bueno, mi nombre es Joy, soy una chica de 18 años de un lugar muy lejano, aquí les va mi historia.

Un viernes 13 de julio estaba la familia Jackson en su casa disfrutando de una cena familiar en la casa de la hija menor de 23 años, ella tenía una hija de 10 años la cual era muy alegre. Se hizo de noche, ya eran la 02:00 am y la familia decidió marcharse y sólo quedaron la joven de 23 y su hija, ella fue a visitar a su niña y la vio dada la vuelta hacia la pared. Ella exclamó:
- ¡¡Mmm, ya se durmió mi corazón!!!
Pasan las horas y la niña despierta a las 03:15 am, camina por las escaleras y se dirige a la habitación de la madre, pero en un momento queda paralizada en frente de la puerta de la habitación de la madre.

Al otro día la madre se levanta y sale a hacer el desayuno pero al salir de su habitación se encuentra a la hija de pie mirando el techo, con los ojos rojos y sus pies y manos aferradas al suelo, tanto así que sus uñas sangraban. La madre intentó hablarle y la niña sólo recitaba el Padre Nuestro al revés, y contaba del 1 al 6 tres veces.
La niña fue derivada a un manicomio y jamás pudieron lograr que ella dijera otra cosa. Años después la niña murió, ya tenía 17 años y la madre jamás se separó de ella.


Dicen que si tú te despiertas solo a las 03:15 am los demonios se te aparecen y molestan hasta poder entrar en ti...

La muerte vestida de novia

Escrita por Yesid R.


Esta historia es muy conocida en la parte norte de Colombia. Esta leyenda es de un novia que fue abandonada por su novio el día de la boda, y esa misma noche, una noche oscura y tormentosa, cansada de tanto sufrimiento, decidió suicidarse en una carretera sola y oscura. Se arrojó a un carro muriendo al instante. Desde entonces se le aparece a todos los conductores desde una colina aledaña al lugar de su muerte vestida de blanco y dando grandes gritos o bien en medio de la calle, pidiendo un aventón, y para la sorpresa del conductor, cuando dicha mujer se le monta en el auto es un esqueleto vestido de novia. Muchos han muerto de un infarto o por el desespero arrancan el auto a toda velocidad y se estrellan contra los árboles o caen por el precipicio. Por ello muchas personas prefieren viajar de día que de noche.

El niño en la carretera.

Escrita por Rossy C.

Quiero contarte una historia que me contó mi esposo. Él es de Oaxaca pero vive en Chiapas aunque viajaba constantemente con su familia a su tierra natal.

En una ocasión se dirigían a dicho lugar mi esposo y una tía de él. Él iba manejando y su tía sentada en el copiloto. Ya entrando a las curvas de Oaxaca (como a eso de las dos de la mañana), vieron a un niño parado en la carretera, se quedaron los dos mirando y le preguntó su tía – ¿viste?, era un niño parado en la carretera ¿verdad? y él le contestó que sí lo había visto, pero se les hizo extraño porque era demasiado tarde para que el niño estuviera solo en ese lugar.
Su tía volteó a ver al niño, mi esposo no quería pero su tía le insistió, miró por el retrovisor y el niño seguía allí parado. Cuando llegaron a Oaxaca se acostó a dormir porque iba muy cansado, cuando se levantó su mamá le dijo una cosa inquietante: Su hermano más chico se había levantado cuando él llegó y decía que se había estado peleando con un niño que estaba todo lleno de sangre y que se encontraba parado frente a él  y que su hermano le decía -¡déjalo dormir! ¿No ves que está cansado?


¿Inquietante, verdad?

Mi primer fantasma, la dama blanca en mi casa.

Escrita por Agatha C.

Cuando tenía 15 o 16 años descubrí que tenía el “don” de ver a los muertos.
Yo estaba sola con mi madre en casa (puedo recordar que yo estaba fregando la casa y me encontraba a la puerta del dormitorio de mi hermano), entonces vi que había algo en el baño, pero por el ángulo en el que me encontraba no podía verla bien porque el muro le tapaba medio cuerpo. Pensé que era mi hermano y le regañé: ”vete del baño, que está todo limpio y el suelo mojado” al no contestarme, volví a decírselo, ya que mi hermano es bastante bromista y siempre esta gastándome bromas, “ me estás cansando, no tiene gracia, vete, ¿sí?” pero “mi hermano” seguía en el baño, escondido…  hasta que decidí ir hacia allí, pero el timbre de la puerta me paró y le dije a él, riéndome: - Mira, tienes mucha suerte que ha sonado el timbre de la puerta, pero en cuanto abra… voy a por ti y te mato” y empecé a reírme, pronto se desvaneció mi risa por completo.

Cuando mi madre abrió la puerta y escuché a mi hermano y vi como él entraba en la casa, solté un grito desgarrador y me fui a la cocina llorando, le dije a mi madre lo sucedido y desde entonces le cogí un pánico al pasillo que no veas, pero, tenía que superarlo, ya que no tenía otra opción.

Pasadas un par de semanas me ocurrió otra cosa parecida, pero más profunda: una noche de madrugada bien pasada las dos de la mañana, mi madre y yo estábamos viendo la tele, ya era hora de acostarnos, así que mi madre fue a darle un beso a mi hermano de buenas noches y yo me dirigí a la cocina a beber agua. Pero, en cuanto apagué la luz, vi en el espejo que reflejada detrás de mí, había una mujer muy bella(al principio creí que era mi madre, pero imposible, ella estaba en el cuarto de mi hermano), esta chica estaba sentada en la silla, toda llena de luz, vestida de blanco y me sonreía… no sé porqué, pero esta vez no me asusté, su sonrisa era tan perfecta, tenía el pelo liso hasta los hombros. Me quedé mirándola unos segundos, hasta que me volví… y allí ya no había nadie, ¡había desparecido! Encendí  la luz y me fui hacia la silla, y pasé la mano lentamente donde estaba ella segundos antes. Estaba sorprendida por no haberme asustado, quizás fue aquélla sonrisa que me envió paz y tranquilidad.

Tan tranquila estaba que me fui a la cama sin decirle nada a nadie. Al día siguiente se lo conté a mi hermano y a mi madre y no me creyeron… tuve insistir mucho para que se convencieran de que no les engañaba.

Muchas veces me he preguntado si no sería la dama blanca que me visitó a mi casa, no lo sé…

Aparición en mi casa.

Escrita por Luryans M.

Una noche estaba tratando de dormir y empecé a escuchar como ruiditos en el tocador, como cuando mueven los pernos y así.
Entonces pensé que era un animal y no le di mayor importancia, pero después el ruido se hizo más fuerte y cuando abrí los ojos pude ver que un atomizador se movió. Asustada me paré y prendí la luz para ver que era pero no había nada allí. Por miedo ya no quise apagar la luz completamente y dejé la lámpara a media luz.
Intenté quedarme dormida, pero no lo conseguía. En este me asaltó la certidumbre  de que había alguien mirándome. Abrí los ojos y allí estaba, paradita a los pies de mi cama, pero mirando hacia el aparador. Era una niña que aparentaba unos cuatro años. Me daba la espalda, y estaba como si estuviera agarrando las cosas de mi tocador. Fue solo unos segundos lo que la vi, tenía el cabello cortito negro y era chiquita apenas más alta que el aparador y vestía un abrigo rosa.
Sentí tanto miedo que agarré a mi nena de su cuna y la metí a la cama conmigo pero no dormí nada, hasta que amaneció y conseguí cerrar los ojos.
 El miedo me duró una semana.

Ya estoy más tranquila porque a mí no se me ha vuelto a aparecer, pero últimamente en mi casa la han vuelto a ver. Mi hermana dice que la vio cruzar del cuarto hacia el baño, la vio cuando todos estábamos en el sala, sólo consiguió vele la cabecita, pero también se asustó muchísimo.
Mi mamá escuchó ruidos en las escaleras como que alguien subía o bajaba y cuando se asomó, solo alcanzó a verle los piecitos que iban subiendo el último escalón, supuso que era ella porque eran los pies de una niña, y eran las cinco de la madrugada.
Mi papá dice que es un alma en pena que no le tengamos miedo que se vino a refugiar aquí porque hay tres bebes: Mi nena y las de mis hermanos.
En cambio otra amiga me dijo algo que solo de recordarlo me llena de terror, dice que no existen niños ni bebes en pena porque no tienen pecados como para penar por ellos. Dice que esos son demonios. (Solo d decirlo m lleno de escalofríos)

¿Qué es? No lo sé. Solo sé que esta noche ya no podré dormir, esperare a que amanezca porque soy muy miedosa y traigo los nervios de punta por recordar a  la niña.

Saludos

La noche antes de morir

Escrita por Lola A.

La noche anterior a morir mi bisabuela materna la recuerdo así:


Acostumbrábamos ver la televisión en la cocina de la casa y mi suegra (mi bisabuela) aún con su avanzada edad le preparaba el café a su hijo (mi abuelo) y luego tibiaba leche para ella, después de hacer esto en un recorrido de tres metros de la estufa a la mesa donde se sentaban a ver la televisión, se tomaba la leche y se despedía para ir a dormir, esa noche, mientras se levantó para ir a la estufa, noté que no caminaba pisando el suelo, iba elevada, flotando... mi pensamiento no concebía tal e ignoré lo que había visto, dio las buenas noches y se fue a dormir, a la mañana siguiente, cuando me di cuenta de que era ya tarde y ella no se levantaba la fui a buscar, estaba muerta.

Una Inesperada Compañía

Escrita por Ángela F.

Hola todos, no soy buena poniendo títulos así que solo me remitiré a relatarles los hechos:
Hace dos años murió mi primito Carlos, era un niño extrovertido, inteligente y vivaz, hijo único y consentido como nadie. La vida de mis tíos giraba en torno a él, y la de toda la familia también, era el nieto menor para mis abuelos (todos los demás primos estábamos por encima de los veinte) y el sobrino mimado de mis padres y mis tíos. La desgracia vino cuando un día enfermó de repente y en la clínica no pudieron hacer nada por él. Tras dos días de lucha y rezos, una mañana después de estar muy animado y bromeando sin más dejó de respirar. Al parecer tenía muy bajas las defensas para la enfermedad que lo atacó; contaba con seis años cuando lo perdimos, ya se pueden imaginar el duro golpe que fue para toda la familia.
 Toda la familia se movilizó a la ciudad de Caracas a acompañar a mis tíos en este duro trance, y durante los velatorios hubo un hecho que llamó la atención de muchos. Angélica -Madre de Carlitos- ¡no lloraba! Es más, se la pasaba consolando al resto de la familia y dando ánimo con una tranquilidad increíble. Solía decir: “-No estén tristes que Carlitos no los quiere ver llorar, anímense que el está con nosotros y lo pone triste verlos así”. Palabras normales en este tipo de situación creo yo, pero a todo el mundo inquietaba e incluso fue víctima de chismorreo la tranquilidad de ella (siendo que en vida se desvivía por su hijo) ahora pareciera que no le afectara la perdida.
 Llegó la hora del entierro y mi tío como es normal destruido, pero Angélica siguió impérenme sin derramar una sola lagrima ni perder la compostura durante todo el acto. Solo cuando todos llegamos a casa fue que “entendimos” un poco sus palabras; estando unos reunidos en la sala de estar y otros en el amplio hall (patio de juegos de Carlitos) varios de los allí reunidos fueron testigo (según confrontaciones posteriores), de como una pequeña sombra pasaba junto al Hall, atravesaba la sala y entraba al cuarto del niño. Angélica inmediatamente se levanta y se dirige a dicha habitación, mi tío que fue uno de los testigos de la experiencia también corre hacia la habitación y allí solo encuentra a su esposa sentada en la cama y hablando, como en otros tiempos le hablaba a mi primo, a algo invisible en frente suyo.
 Todos los testigos tomaron esa visión como producto del cansancio y la tristeza, obviamente estaba afectando mucho más a angélica de lo que nos hacía creer, y el resto nos estábamos dejando llevar por una especie de locura colectiva; se dejó pasar el hecho, se le restó importancia y se trató de olvidar. Al día siguiente los parientes regresaron a sus hogares, solo los más cercanos nos quedamos un poco más acompañando a mis tíos, y fue cuando empezaron a ocurrir hechos individuales.
 Mi madre estaba cepillándose los dientes cuando siente esa sensación de ser observada por detrás, cuando vio el espejo, reflejado justo detrás de ella estaba Carlitos en el vano de la puerta, ella voltea en ese momento hacia la puerta pero ya no ve a nadie; Mi tío que ya no salía de su habitación escuchó la voz del niño llamándolo, salió desesperado a ver de dónde lo llamaban y lo vio corriendo por la cocina y desaparecer en el hall; Mi abuela que dormía en el cuarto del niño sentía como de repente alguien entraba en la habitación, lo sentía moverse por todas partes y luego salir otra vez; También era muy común escuchar en la madrugada como rebotaba una pelota en el hall y la risa de un niño divirtiéndose con ella.
Nos preguntamos por qué pasaba todo esto, una teoría es que Carlitos  aún no se había dado cuenta que había muerto, o que tendría algo pendiente (¿pero a los 6 años que nos puede preocupar?) Yo soy de pensar que lo hacía por la tristeza que nos causó su pérdida que no se decidía a descansar en paz ni a abandonar a sus padres.
 Todos volvimos a nuestras ciudades, nuestras rutinas y a tratar a nuestra manera superar todo esto, a mis tíos les tomó mucho tiempo (y es normal) volver a hacer una vida que se diga normal. No sé a ciencia cierta si aun ocurren cosas en la casa, o si se hizo algo al respecto, solo sé que han ocurrido cosas que se han tomado como curiosas:
En el cumpleaños de mi abuela siempre solía recibir llamaba de Carlitos, en el del año pasado le sonó el teléfono pero no habló nadie, cuando colgó escuchó un tarareo leve, no sabe porque pero la embargo una alegría que la hizo sonreír, en ese momento sintió como si alguien la abrazase, ella suele decir que era su nieto que vino a felicitarla.
Otro día mi madre llamó a la casa de mi tío y le responde la voz de un niño y al fondo como si hubiese mucha gente, pensó que la familia de Angélica estaba en la casa y quien le había respondido era uno de sus sobrinos, ella preguntó por mi tío a lo que el niño le respondió, “- El está ocupado y no puede pasar en este momento” -Dile que es su hermana que me responda, ¿quién habla?, insistió mi madre a lo que el niño le responde "–Lo siento no puede atender en este momento”, escucha una risa y se corta la llamada, ella ya enojada le da Remarcar a su teléfono (no podía creer la grosería de ese niño) y esta vez por más que repico nadie respondió, decide llamar a mi tío a su celular y este le responde y le dice que está con Angélica en el cementerio visitando la tumba de Carlitos y en su casa no hay nadie en ese momento.

Bueno lamento haberme extendido tanto, solo quería compartir esta experiencia con ustedes y espero les haya gustado.

¡¡Saludos!!

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