Escrita por Claudia L.
Te cuento que hace pocas semanas, yo me levanté temprano -como a las 6 de la mañana- para desayunar con mi mamá, que se iba a ir a las 6:30 a.m. Después de desayunar aún estaba con sueño, subí a mi cuarto que está en el segundo piso, pero antes fui al cuarto de mi hermanito, quien estaba durmiendo. En mi casa sólo estábamos mi hermano y yo.
Entonces entré a mi cuarto, dejé la puerta abierta (hasta ahora me arrepiento de haberla dejado abierta), me eché en mi cama, y no podía dormir. Solo estaba echada. Entonces escuché como pasos en el pasadizo, pasos que bajaban las escaleras..., yo pensé que era mi hermano, que se había despertado, entonces salí de mi cuarto y fui al cuarto de mi hermano, el cual seguía durmiendo.
Regresé a mi cuarto, me acosté en la cama, y entonces escucho pasos que entran en mi habitación. Yo estaba volteada mirando a la pared, dándole la espalda a la puerta, y escucho como el sonido de una bolsa en el suelo, como si jugasen con una bolsa. Me armé de valor y decidí ver qué había. Cuando volteé no había nada, entonces voltee a mi posición inicial.
Y empiezo a escuchar los pasos, pero esta vez acercándose a mi cama. Entonces sentí como si alguien se sentara en mi cama. Estaba muy asustada, y después sentí unas uñas en mi cuello, como rascándome, y en la parte de atrás de mi nuca sentía unos pelos. Esa mano tenía pelos. Luego paró y escuché que los pasos salían de mi habitación. Entonces traté de dormir y esperé a que mi mamá regresara.
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