La bebé que deseó la bruja

Escrita por Adrian M.

Con este asunto de las brujas que últimamente se ha dado aquí en Nuevo León, primero con la de Santa Catarina que vió un policía cerca de un cementerio (creo que así iba la noticia cuando la ví en tv este año que recién pasó, corríjanme sí me equivoco), y segundo con el rostro de bruja que salió en una fotografía tomada en China (en Nuevo León, claro) que recién pude ver ayer también en las noticias de la mañana, recordé un relato que mi madre me contaba mucho cuando era chico; actualmente casi tengo 21 años.

Bien, resulta que mi madre cuando tenía alrededor de 8 o 9 años de edad vivía en San Miguel de Allende, Guanajuato; en aquel entonces eran como los años 60´s y la urbanización no era aún muy notoria, y por ende algunos de los hermanos de mis abuelos maternos vivían en pequeñas localidades rurales, donde apenas la población quizás llegaba a no más de 200 o 300 personas, por eso en general casi todos se conocían, por así decirlo; las localidades en su mayoría estaban compuestas por gente de raza mestiza pero más que mestizos le tiraban a ser índigenas por el color de su piel (un color moreno muy fuerte), estatura baja y rasgos faciales característicos. A mi madre le encanta decir que son indios, pero eso lo dice en tono de cariño y no en tono racista. Aclaro para que después no haya discusiones al respecto jejeje.

Una de las hermanas de mi abuela, tía de mi mamá y tía abuela por mi parte, vivía en una de esas pequeñas comunidades; en aquel entonces era bastante común que se matrimoniasen únicamente gente de la misma raza, por lo cual mi tía abuela se casó con un hombre de su misma localidad, y como por aquel entonces también era costumbre, el hombre salía a trabajar mientras mi tía quedaba en su casa a la orden de las tareas del día y al cuidado de los niños.

En esa localidad además, la gente rumoreaba que había una bruja entre ellos, pero nadie le quería hacer frente porque le tenían temor a lo que les pudiese ocurrir, ya que esta señora supuestamente era practicante de magia negra.

Mi tía abuela tuvo muchos hijos, alrededor de ocho o diez, y todos varones, y obviamente, todos con los mismos rasgos faciales de su madre y su padre, estatura baja, morenos fuertes, etc., pero una vez tuvo un embarazo y cuál sería su sorpresa que este no era varón sino que era mujer, pero lo qué más le sorprendió no fue eso sino el hecho de que a diferencia de sus padres, sus hermanos y la demás gente de la comunidad, esta bebé era muy distinta, era de un color blanco rosadito, cabello rubio fino, tipo risitos..., bueno, absolutamente nada que ver con los demás. Cuando mi tío abuelo (el padre) y mi madre la vieron no lo podían creer ¿de dónde? y bueno, en forma sarcástica hice el comentario de que quizás algún gringo (americano) vivía en los alrededores y... bueno ya saben, pero ahí fue cuando mi madre me dijo que solo en esas comunidades vivía gente de una sola raza, eran aisladas del resto, y bueno, dije, quizás solo paso por ahí, pero también me dijo que mi tía no salía de casa y raramente del pueblo... En fin sea como sea el asunto era este.

Las demás personas no tardaron en dase cuenta del nuevo nacimiento, todos querían a la pequeña bebé por lo que contaba mi madre, a cada rato cariños le llegaban de todos lados sin cesar, todo parecía miel sobre ojuelas, pero la felicidad duró poco. Una noche cuando mi tía abuela y su esposo estaban en el comedor y la bebé en la cuna de un cuarto contiguo (la casa era muy pequeña), escucharon claramente como un pájaro estaba aleteando, los ruidos según le contaron a mi madre, parecían venir de la habitación de la bebé. No le dieron más importancia y siguieron cenando, pero de pronto escucharon los aleteos cada vez más fuertes y más cercanos y fue cuando la bebé se comenzó a poner muy inquieta y comenzó a llorar, y al momento que fue mi tía al cuarto a ver qué era lo que pasaba, encontró la ventana totalmente abierta y a la bebé llorando muy fuerte y pataleando con toda su fuerza, por lo cual esa noche mejor se la llevaron a dormir con ellos.

Lo primero que se les vino a la mente fue, obviamente en ese entonces, la bruja. Al día siguiente mi tía abuela iba en camino al mercado a comprar lo indispensable para la cena, y de camino se topó con una mujer que, cuando las vió a ella y a la niña, se acercó, sonrió en forma extraña y dijo:

- ¡Ay, miren qué bonita niña chiquita preciosa!- mientras le hacía cariños en los cachetes.

Después lo que le dijo la dejó muda:

- ¿Me la regalas? andalé tú para qué la quieres, ella no es prieta...

Y al momento mi tía le dijo que no, que no podía porque era su hija, y dicho esto, la mujer se fue y poco a poco se fue perdiendo de vista. Esa misma noche mi tía fue a acostar a la bebé temprano y a atender a mi tío abuelo que llegaba cansado de su larga jornada de trabajo. Esa noche estaban comentando del asunto ocurrido en el mercado y así el tiempo se les fue entre pláticas y pláticas hasta que casi dio la media noche, y, cuando los dos ya se iban a dormir escucharon que la bebé de nuevo empezó a llorar muy fuerte y a gritar, y alborotados y asustados fueron hasta su cuarto.

De igual forma vieron la ventana abierta pero esta vez la bebé había dejado de llorar, pensaron que todo estaba bien y, al momento en que fueron para arroparla cuál sería su sorpresa y su tristeza que comprobaron que estaba muerta. Nadie supo explicar su muerte hasta ahora, y sigue siendo misteriosa, ya que por lo que cuenta su salud era excelente.

Por el momento es todo lo que relato, en otras experiencias que envíe les relataré cuando mi padre vió a la Llorona o la creyó haber visto, cómo mi abuelo vió al descabezado en Comonfort y de cómo una noche me nalguearon :-S sí palabra, Cuídense!

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