La niña que lloraba

Escrita por Andrea S.


Esta es un anecdota de terror que nos sucedio a mi y a mis amigas, resulta que un dia yo estaba muy feliz,pero no sabría lo que pasaría,en ese entonces, nos ibamos a ir a un paseo, eramos isabel, sonia, laura, y yo, nosotras ibamos a una finca. Al llegar a la finca, nos acomodamos y salimos a caminar por los alrededores, la dueña de la finca nos advirtio que no nos rieramos de nada al caminar por ahi.

Nosotras curiosas nos fuimos a caminar,y para averiguar por que la señora nos decia esto,entonces nos empezamos a reir, cuando de pronto hizo un frio terrorifico, al pasar el rato nos sentamos en el pasto a contar historias de miedo, cuando de pronto vimos a una niña sentada llorando, y le preguntamos por que estaba llorando, y ella nos contesto: NO DEBEN DE REIR POR QUE ENTRE MAS RIAN MAS LO PAGARAN, nosotras le preguntamos por que decia eso, cuando depronto levantó la cara y nos dimos cuenta que tenia una mirada aterradora que nunca olvidaré, nosotras asustadas empezamos a gritar pero nadie nos escuchaba, cuando volvimos a mirar a la niña esta ya no estaba,pero tampoco estaba mi amiga sonia,la llamamos pero ella no contestaba,cuando depronto volvimos a ver a la niña que estaba llorando, y le preguntaamos que si no habia visto a sonia, y ella nos diridio hacia un arbol y nos señalo, nosotras fuimos y sonia estaba masacrada y colgada en el arbol, ya no tenia vida.

Nosotras nos fuimos para la finca y le contamos lo sucedido a la señora, ella nos contó la historia de esa niña, cuando esta niña tenia vida no la dejaban reirse, por que si se reia le pegaban, hasta que un dia se rio mucho pero sin intención, la mamá la masacró y la colgó en un arbol, entonces ahora su alma ronda por los lados del arbol, y todo aquel que se ria por esos lados le hara lo mismo que le hicieron a ella,nosotras nos asustamos por que nos dimos cuenta que con la niña que hablaron era un fantasma,ya han pasado 2 años,pero todavia nos preguntams¿ por que la niña eligio a sonia y no a nosotras,por que nosotras tambien nos estabamos riendo?


Le sacaron el corazón al Niño

Escrita por Francisco C.


Hace algunos meses mi mamá me contó una historia que le sucedió cuando era una adolescente.

Resulta que estaba en la secundaria y tenía un compañero de salon que era muy lindo, su madre era maestra de una univercidad y su papá de autobús de transporte escolar. Ambos eran personas decentes y muy queridas en el vecindario.

Una tarde el muchacho iba en su bicicleta camino a casa cuando un hombre le pidió que lo adelantara. Con mucho gusto él se brindó a hacerlo y el hombre se montó. Cuando habían recorrido un tramo el señor se sacó una jeringuilla del bolsillo del pantalón y le inyectó una sustancia para dormirlo.

Por un tiempo no se supo nada del niño, hasta que lo dieron por perdido. Como su padre era chofer, logró movilizar un grupo de autobuses que iban y venían cargadas de personas del pueblo que andaban en busca de su hijo. Recorrieron gran parte de la zona pero no hallaron rastro alguno del chico.

Finalmente decidieron ir a ver a un palero (persona que practica la religión de santos y muertos) y este hombre le dijo que el niño estaba de cara al sol. Fueron a buscar en el oriente, por donde sale el sol y dieron con el niño. Estaba sentado con las piernas cruzadas en la hierba en un campo, le habían inyectado formol (líquido que le inyectan a los muertos para endurecerlos antes de enterrar) y le sacaron el corazón. Los pájaros le estaban terminando de comer los ojos.

Cuando comenzaron a hacer las investigaciones descubrieron que el hombre que el niño llevó en su bicicleta era un brujero que había sido contratado por una enfermera y su marido que era prófugo de la justicia. La intención era que el brujero hiciera un trabajo para que la policía no buscara más a su marido. El brujero lo que necesitaba era un corazón joven para el trabajo. La enfermera colaboró sacando las inyecciones y los elementos para operar del hospital.

Luego la policía hizo un levantamiento hospital por hospital buscando a la enfermera, pero nunca apareció.

En el entierro se tuvo que sellar el cristal del ataud con fotos del niño. La mamá del niño fue internada en un hospital psiquiatrico y murió a los pocos meses. Su padre aún vive y es un alcohólico.


La casa de al lado

Escrita por Silva A.

Aun no recuerdo muy bien la edad que yo en ese momento tenia pero fue en mi infancia. Yo vivia en el estado de Oaxaca, Mexico y en aquellos dias mis padres deciden comprar la casa de al lado y esta era una casa vieja y abandonada ya que las personas que anteriormente la habitaban hacia ya el tiempo que la habian dejado,como toda casa vieja y abandonada estaba ya muy deteriorada,obiamente sin luz. Yo como todo niño sin que mis padres se dieran cuenta me saltaba la barda para ir a jugar a esa casa y asi susedio por mucho tiempo y yo feliz puesto que ahi mis hermanas no me molestaban y yo jugaria placenteramente solo me bastaba escuchar un grito de mi madre para yo salir como loco de ahi ya que teniamos estrictamente prohibido ir a esa casa pese a que ahora ya eran mis papas los dueños. Un dia que mis papas habian salido y a mis hermanas y a mi nos habian dejado con la muchacha que nos cuidaba me fui como de costumbre a la casa de al lado, solia jugar con carritos pero ese dia estaba tan entretenido mi juego que no se como pero la noche habia caido entonces cuando quise regresar a la casa la escalera por la que yo pasaba la muchacha la habia movido de lugar entonces ya no pude regresar y la unica forma era gritarle que pusiera la escalera pero temiendo a que me reganara decidi esperar un rato y segui jugando hazta que me comenzo a gritar por mi nombre y no hubo mas que responderle que estaba en la casa de al lado y que pusiera la escalera por que era por ahi por donde yo regresaria. El regaño fue inevitable y tambien fue inevitable el famoso “se lo dire a tus padres” me llevo a la casa, me bañe,me dio de cenar y ya al momento de ir a domir me di cuenta de que habia olvidado la bolsa donde yo tenia mis juguetes en ese momento me acorde lo que siempre mi abuelita nos deciar que todo el tiempo al caer la noche los juguetes de los ninos se deben de guardar si no los duende vienen a jugar con ellos,como niño yo que era no pense en las concecuencias
que esto traeria y decidi esperar a que Julia la muchacha se durmiera y yo ir por mi bolsa de juguetes total la escalera estaba ahi ya puesta. LLego la hora esperada y silenciosamente me pare de la cama, me puse mis tenis y sali de la casa al patio donde estaba la barda que tenia que atravezar por medio de la escalera para llegar a la casa de al lado, en cuanto subi el primer escalon de la escalera se sentia un aire muy frio, los perros a lo lejos ladraban y solo la luz de luna era la que me alubraba y aun si subi y llegue al interior de la casa, mi sorpresa fue que los juguetes ya no estaban dentro la bolsa pero un niño no mide los peligros asi que lo mas rapido que pude comenze a recoger mis juguetes y a meterlos dentro de la bolsa para asi llevarlos conmigo a casa,como dije hace un rato todos estaban regados por todo la casa asi que cuando camine a recoger el penultimo carrito,me agacho por el y al momento de levantarme y alzar la mirada veo aun niño enfrente de mi, me quede helado y pasmado por un instante por que el niño se veia muy raro y muy sucio y eso si en su mirada reflejaba una profunda tristeza, yo como pude corri de regreso a casa y no voltie mas nada a donde estaba el niño. Al otro dia me levante y fue un dia normal para esto mis padres llegaron del viaje y julia la muchacha les paso la queja de que yo me habia hido a la casa de al lado y que la noche habia entrado y yo seguia ahi, obiamente mi madre me regaño y hizo que mi padre quitara la escalera y la guardara bajo llave en la bodega. Al poco tiempo nos venimos a los Estados Unidos y ahora que ya tengo 24 años por azares del destino me encuentro aun hijo de los antiguos dueños de la casa que les platico y entre platica y platica yo le pregunte del por que habian vendido esa casa y me respondio que el motivo por la cual la vendieron fue el siguiente: mira hijo tu ya estas grande y puede que tu no creas estas cosas pero a mi mama la asustaban mucho a todas horas tanto como en el dia como en la noche fue esa la razón por la que se la vendimos a tu papa… Esas fueron las palabras del hijo del dueño de la casa,yo pregunte que como era posible que asustaran a su mama ahi que, que era lo que veia o en que la señora se fundamentaba para decir que la espantaban? Me respondio que su mama decia que veia a un niño de ropa sucia y que este hiba a jugar con los juguetes de sus hijos, inmediatamente se me vino a la mente la experiencia que a mi me paso, quede pasmado incluso en ese momento al igual ahora que escribo un extrano escalofrio recorrio todo mi cuerpo, paso, con esa insertidumbre me fui a preguntarle a mi abuelita de la historia de esa casa y de el lugar, mi sorpresa aun mayor fue mas grande cuando me dijo que la casa donde vivia yo antes ahi habia sido un panteon y que la casa de al lado pertenecio a una mujer que mato a su hijo cuando el niño padecia de epilepcia y una bruja le habia dicho que se le habia metido el demonio asi que al momento de la combulcion ella agarro un palo y golpeo al niño hazta matarlo, la señora despues de eso quedo loca y al poco tiempo murio. Por eso mi abuelita que fue la unica hasta ahora que le comente lo que me habia sucedido es mas ni mi madre ni mi padre y mucho menos mis hermanos lo saben, por que mucho tiempo yo crei que habia sido un sueño pero ahora que soy adulto y que he investigado eso que me paso puedo decirles que no fue asi, que realmente en la casa de a lado existe hazta ahora el fantasma de un niño… un niño que por ignorancia y los falsos remedios de la gente creyente fue muerto por las manos de su madre.


La sombra de mi casa

Escrita por Joan M.

Mi casa es pequeña y ahi vivia yo con mis papas y mi hermano, como la casa es rentada y la gente que la renta no es muy agradable y una ventana da a la casa de mi abuelita, mi hermano y yo, siempre acostumbramos entar por la ventana que da a casa de mi abuelita, y como la casa no esta muy bien hecha siempre que nos brincabamos se simbraba el suelo del cuarto y se oía un fuerte sonido en la parte de abajo de la casa, se escuchaban los pasos y como la escalera es de fierro se oyen como bajan la escalera; osea tengo una casa que hace muchos ruidos. con el tiempo fuimos creciendo y yo me case y por logica ya no vivo ahi (pero todos los dias voy a casa de mis papas y ahi estoy todo el dia sola hasta que llegan) mi hermano igualmente se caso y ya no vive ahi, pero todos todos los dias se escucha como si aun no nos hubieramos ido de la casa (osea que se escucha como asi aun lo hicieramos) se escucha como brincan la ventana, como caen al suelo, los pasos que se dan para llegar a la escalera y por logica se oye como bajan la escalera pero esto es lo interesante: se oye todo ese escandalo y lo peor es que se ve la sombra de como alguien baja la escalera pasa por la cocina, la sala y se mete al baño, todos los dias sin excepcion pasa esa sombra y lo hace almenos tres o cuatro veces al dia, ya nos hemos acostumbrado a esto por la frecuencia en que pasa, mi hermano no lo cree porque el nunca lo ha visto, pero yo si lo veo todos los dias, incluso mis hijos dicen que esa sombra es mi hermano que ya llego, yo me quedo con una duda ¿que sera eso que pasa?.


Fiesta en el cementerio

Escrita por Carlos R.

Bueno, esto le pasó a unos amigos y a mí el año pasado, cuando iban a ser las vacaciones de verano; en la secundaria organizaron una fiesta de disfraces nocturna (de 6:00 pm. a 1:00 am.) antes de salir de vacaciones, y como enseguida de la secundaria está el CBTIS* decidieron hacerlo juntos, pero enfrente de estos dos planteles hay un panteón municipal.

Al principio todo estaba aburrido pero al anochecer se puso tenebroso ya que a mí y a otros tres amigos: Irvin, César y Leo (nombres ficticios) se nos ocurrió ir hacia el cementerio (escapándonos, claro).

Después de entrar al cementerio empezamos a sentir que nos seguían y escuchar sonidos sobre las tumbas como piedras, o algo que las estaba arañando y como a mí y a Leo nos dio miedo, decidimos regresar a la fiesta pero nos habíamos perdido y lo único que se nos ocurrió fue seguir las luces de la calle y fue lo que hicimos. Después de esto eran como las 11:00 pm. y no encontrábamos nada, entonces vimos a una niña de vestido blanco rasgado y cabello negro corriendo por enfrente de nosotros, lo cual alteró nuestros sentidos y lo único que hicimos fue correr hacia atrás regresando a nuestro punto de perdida. Después de esto caminamos con temor hacia otro rumbo hasta que encontramos el muro que dividía la calle del panteón, pero entonces vimos una lechuza parada en el muro, lo cual nos dejó paralizados a los cuatro, pero entonces César le aventó una piedra y lo único que ocasionó fue que nos persiguiera a brincos, pero entonces Irvin chifló lo más fuerte que pudo y en eso vimos que pasó volando por encima de nosotros y después nos regresamos para volver a la fiesta, después de brincar el muro. Lo más aterrador fue que en la fiesta de disfraces vimos a la chica de vestido blanco rasgado y cabello negro que habíamos visto en el cementerio, nos seguía dentro de la fiesta pues cada vez que la mirábamos la veíamos más cerca y como todos estaban disfrazados nadie sospechaba de ella. Los demás alumnos que estaban en la fiesta aseguran nunca haber visto a esta extraña chica.

Al finalizar la fiesta nosotros cuatro decidimos hacer una llamada en la casa de Irvin por miedo a ir a nuestras casas, pero no pudimos dormir bien ya que aun así escuchábamos ruidos en el cuarto (como pasos y susurros).

No quisimos contarles a nuestros padres porque quizás no nos creerían y nos regañarían por entrar al cementerio.

Esta fue una experiencia que nos marcó la vida a mis amigos y a mí. Espero les haya gustado porque yo no hubiera querido estar ahí.


Una niñita muerta

Escrita por: Anónima (México)

Ésto me sucedió en una casa que rentábamos mis hermanas y yo, en uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Chihuahua; vivíamos solas, ya que vinimos a estudiar en la Universidad a la capital del Estado, y yo soy la mayor. Esta casa tenía dos recámaras con alfombra, en una de ellas dormían mis dos hermanas, y en la otra yo sola.

Eran cerca de las dos de la mañana cuando regresé a casa y mis hermanas estaban dormidas, con la puerta abierta. A mí no me gustaba dejar la puerta abierta porque entraba la luz de la cochera justo hasta mi cama, así que la entrecerré, dejando solo una rendija por la que pasaba un haz de luz que en plena oscuridad se veía claramente.

En cuanto puse mi cabeza en la almohada y estando completamente despierta, escuché cómo la puerta de madera se abrió y el haz de luz creció, como era de esperarse... pregunté:
- ¿Qué pasa?
...pensando que alguna de mis hermanas pudiera haber despertado con mi llegada, o teniendo algo que platicarme.

Como no escuché respuesta, pero sí los pasos apresurados en la alfombra hacia mi cama, volví a preguntar y me giré sobre la cama para quedar boca arriba (estaba inicialmente de lado)... Me llevé un susto estremecedor al sentir que alguien completamente blanco (como una radiografía o de humo) se subía a mi cama y ponía sus piernas abrazando las mías, luego me puso su cara frente a la mía y pude ver que era una niñita de unos seis o siete años, con cabello largo... Cuando sus cabellos tocaron mi cara no pude hacer más que cerrar mis ojos y rezar... Cuando volví a abrir los ojos ella ya no estaba, pero en realidad fue algo que me dejó intranquila, así que recé otro poco para tranquilizarme. En realidad después ya no sentí miedo y pude dormir, aunque luego me ocurrieron algunas otras cosas extrañas.

Muchas personas me comentan que probablemente se haya tratado del caso en que se te "sube el muerto", pero esa sensación no es la misma, de hecho yo tenía plena movilidad y no sentía el gran peso que se siente en el pecho, en realidad lo único que sentía era frío y una sensación de estar flotando, además como te recuerdo no estaba dormida, ni siquiera estaba conciliando el sueño...


Hay que saber pedir

Escrita por Alba Z.

Hace mucho tiempo convivía mucho con mi sobrino, el hijo de mi hermana, y una de tantas veces que salimos juntos, no sé por qué motivo empezamos a hablar de cuando uno se muere, y acordamos que cualquiera de los dos que muriera primero iba a venir a decirle al otro cómo era el más allá.

Como dos años después, mi sobrino falleció pero nunca vino a decirme nada; hasta que una vez tuve un sueño que a veces dudo si lo fue porque yo juraría que estaba despierta… Recuerdo muy bien esa madrugada… me desperté porque mi hija -la más chica- tenía la costumbre de levantarse de su cama e irse a la mía y cuando sentía que estaba sentada en el borde de mi cama (como siempre) la abrazaba y la acostaba a mi lado; pero esa madrugada sentí que se sentó en mi cama y al tratar de tocarla para acostarla como lo hacía siempre… no había nadie, y volví a intentar y tampoco encontré a nadie pero me contestó una voz... ¡LA VOZ DE MI SOBRINO! Me dijo:
– Soy yo, tía, nada más vine a decirle por qué me morí, por esto, mire- y me extendió su mano mostrándome un amuleto.

Yo desconocía que él utilizara ese tipo de cosas, por lo que esperé a que amaneciera para buscar a la que había sido su esposa y preguntarle si alguna vez él había usado un amuleto y de dónde lo había obtenido. Me sorprendí cuando hablé con ella porque me dijo que sí lo usaba, que de hecho lo llevaba siempre por dentro de la camisa y que su mamá se lo había dado.

Entonces solicité mis vacaciones en la oficina donde actualmente trabajo, pues quería investigar de dónde lo había obtenido ella, y me fui a Chiapas, Mexico, de donde soy originaria y en donde viven mis familiares, y al llegar otra de mis hermanas me platicó que la mamá de mi sobrino (mi hermana) consultó a una “bruja” para pedirle que le ayudara, que ella quería que le fuera bien a su hijo, que se regresara a nuestro lugar de origen, y a su esposa que la dejara y que jamás se volviera a subir a la camioneta de su hijo; a lo que la bruja le dio el amuleto y le dijo que se lo pusiera a lado del corazón y que no se le notara. Para esto él se compró camisas con bolsas y así poder traer (llevar) el amuleto sin que se dieran cuenta y para que su esposa ya no se volviera a subir a la camioneta le dio un spray que se lo tenía que rociar alrededor y por dentro del vehículo y así lo hizo sin que se dieran cuenta ellos.

Todo lo que le pidió a la "bruja" se le concedió, no como ella quería, pero se lo concedió: como a los quince días que mi sobrino regresó de un viaje un amigo le pidió prestada la camioneta y no se la regresó, así se le concedió el primer deseo, ya no se volvió a subir su esposa a la camioneta (pues se la robaron). Y la segunda petición también se le concedió: su hijo se enfermó y lo tuvieron que llevar a Chiapas Mex., estuvo así como 4 meses y después falleció y así no volvió a irse a ninguna parte como ella quería.

Por eso hay que saber pedir lo que uno necesita, pues sí se concede pero no como tú quisieras. Tampoco tenemos que visitar a brujas o hechiceras, solo pídele a DIOS con todo tu corazón y toda tu fe y se te concederá…

Aparición en mi casa

Escrita por Luryans A.


Una noche estaba tratando de dormir y empecé a escuchar como ruiditos en el tocador, como cuando mueven los pernos y así.

Entonces pensé que era un animal y no le di mayor importancia, pero después el ruido se hizo más fuerte y cuando abrí los ojos pude ver que un atomizador se movió. Asustada me paré y prendí la luz para ver que era pero no había nada allí. Por miedo ya no quise apagar la luz completamente y dejé la lámpara a media luz.

Intenté quedarme dormida, pero no lo conseguía. En este me asaltó la certidumbre  de que había alguien mirándome. Abrí los ojos y allí estaba, paradita a los pies de mi cama, pero mirando hacia el aparador. Era una niña que aparentaba unos cuatro años. Me daba la espalda, y estaba como si estuviera agarrando las cosas de mi tocador. Fue solo unos segundos lo que la vi, tenía el cabello cortito negro y era chiquita apenas más alta que el aparador y vestía un abrigo rosa.

Sentí tanto miedo que agarré a mi nena de su cuna y la metí a la cama conmigo pero no dormí nada, hasta que amaneció y conseguí cerrar los ojos.

 El miedo me duró una semana.

Ya estoy más tranquila porque a mí no se me ha vuelto a aparecer, pero últimamente en mi casa la han vuelto a ver. Mi hermana dice que la vio cruzar del cuarto hacia el baño, la vio cuando todos estábamos en el sala, sólo consiguió vele la cabecita, pero también se asustó muchísimo.

Mi mamá escuchó ruidos en las escaleras como que alguien subía o bajaba y cuando se asomó, solo alcanzó a verle los piecitos que iban subiendo el último escalón, supuso que era ella porque eran los pies de una niña, y eran las cinco de la madrugada.

Mi papá dice que es un alma en pena que no le tengamos miedo que se vino a refugiar aquí porque hay tres bebes: Mi nena y las de mis hermanos.

En cambio otra amiga me dijo algo que solo de recordarlo me llena de terror, dice que no existen niños ni bebes en pena porque no tienen pecados como para penar por ellos. Dice que esos son demonios. (Solo d decirlo m lleno de escalofríos)

¿Qué es? No lo sé. Solo sé que esta noche ya no podre dormir, esperare a que amanezca porque soy muy miedosa.



La Casa Embrujada

Escrita por Karla P.
Yo vivo en Nuevo Mexico, en Estados Unidos. Andaba buscando casa de renta (alquiler), y una señora que sin querer conocimos me dijo de una casa. Fui a verla y era una casa muy bonita y lujosa, de acuerdo a mis posibilidades; era muy grande, estaba dividida en 3 casas. La parte que me rentaron fue la de enfrente. Tenía un porche grande y una palmas de forma que lucía muy bonita. Bueno, pues me la rentaron muy barata, lo cual a mí se me hizo extraño, pero la señora -que era dueña- ya la conocía y me quiso ayudar.
Pues nada más duré 3 meses viviendo ahí. La casa era tan grande que tenía una recámara y la sala vacías, porque no tenía muchos muebles. La recámara que habitábamos era grandisima: tengo 2 niñas y el bebé y están acostumbrados a dormir conmigo, y decidimos acomodar todo ahí.
Pues al mes de llegar ahí, una noche escuché que arrastaban los pies en el pasillo que daba al baño y me levanté a ver qué era. Fui al baño y no encontré nada, de repente oigo ruidos y volteo a la cocina y en el fregadero vi a una viejita de espaldas. Fueron segundos. Cuando reaccioné no estaba segura de haberla visto, y decidí no hacer caso pues no quise asustar a mis hijas.
Fueron varias ocasiones en que escuché los pasos, y al mes y pocos días una noche mi bebé despertó llorando, y cada vez era más fuerte su llanto, como muy asustado. Lo santigüé, pues tengo esa creencia de santiguarlos con un huevo, y el niño no se callaba. Nos dieron las 6 de la mañana hasta que se cansó y se durmió. Se me hizo muy raro y le platiqué a una hermana; ella tuvo una visita de un padre que era misionero y le bendijo agua, sal, aceite, palmas, imágenes... y me dio de todo para que echara en la casa: puse imágenes de Dios y santos, pues sí pensé que era algo malo lo que me lo asustó.
A los 3 meses de estar ahí, una noche volvió mi hijo a despertar llorando, pero lloraba muy feo, como si viera algo que le daba mucho miedo, y entraba a los cuartos y de repente lloraba más en unos que otros. El baño era el único lugar donde no lloraba. Decidí hablarle a mi hermana para que fuera por mí pues no era normal. Llegó mi hermana y empezó a rociar sal, agua, aceite, y con las palmas rezaba y agarró a mi hijo. Se dio cuenta de que mi hijo no podía seguir ahí, y decidí irme con ella a su casa.
Al salir al porche de la casa, como obra de magia, mi hijo dejó de llorar. Estuvo bien toda la noche y no entendíamos qué era lo que lo asustaba. Al siguiente día decidí regresar. Al llegar a la esquina de la cuadra de la casa mi hijo empezó a llorar. No entendíamos nada. Llegamos y estuvo peor, gritaba muy feo, como desgarrador, y mi hermana lo agarró y se lo llevó. Me dijo que me esperaba en la casa, que me fuera pronto. Yo lo que hice fue que agarré lo más necesario y antes de llegar a la casa mi hermana me habla y me dice que está muy asustada porque el niño gritaba muy feo, como que no era él. Me fui corriendo y entonces me acordé que me habían dicho que lo santiguara con una vela santísima, y al llegar eso iba a hacer pero llegó la vecina de mi hermana asustada porque vio a mi hijo cómo estaba y me dijo que me llevaba con su suegra, que ella sabía de eso.
Le habló por teléfono y llegamos y apenas entramos cuando la señora me preguntó en dónde vivía, porque el niño iba muy asustado. Al decirle que vivía en la casa de los arcos me regañó que si no sabía que en esa casa habían matado a la dueña. Me quedé helada, no podía creer lo que me decía.
Agarró al niño y lo empezó a santiaguar con un huevo. Yo no lo podía creer pero luego, luego el niño dejó de llorar y se quedó dormido. Lo santiguó también con la vela, y me empezó a platicar lo que había pasado, y me dijo que no debía volver a llevar a mi hijo a esa casa.
Me dijo que a la dueña la habían matado en la sala a puñaladas, que había quedado muy fea y que ella rondaba su casa queriendo robarse el alma de mi hijo para poder descansar ella. Él la veía como había quedado ella al ser apuñalada... ya sabrán cómo me sentí ¿cómo podría ser posible que mi niño de tan solo 4 meses de edad, sufriera de tal modo? Me sentía muy culpable pero yo no sabía que iba a pasar eso.
Lo santiguó 3 veces y con eso estuvo. Yo regresé por mis cosas, y al avisarle a la señora de que me iba a salir fue peor mi sorpresa: me dijo que habían matado a su mamá, que la casa no se había habitado desde entonces porque la policía no la había liberado, y yo tenía muy poco de haber llegado a ese pueblo..., y lo peor fue que ella me dijo que esa casa ya había sido anteriormente de una viejita a la que también habían matado. Entonces comprendí que sí vi a esa viejita aquel día.
Esto pasó hace un año y seis meses y todavía me siento muy mal. Pocas veces platico esta historia porque es algo que todavía me da miedo y me da escalofríos nada más de recordar cómo sufrió mi niño, pero gracias a Dios ya está bien. De lo que me he dado cuenta es de que él percibe cosas malas porque llora cuando no está a gusto en un lugar, y lo primero que hago es retirarme.


Extraños Visitantes

Escrita por Pilar M.

Cuando me casé, mi marido trabajaba los sábados por la mañana pero yo no. Solía despertarme a medias cuando se iba y volvía a dormirme de inmediato... Durante un tiempo me ocurrió algo especial: Semana tras semana, casi sin interrupción, le oía regresar en busca de alguna cosa que había olvidado... Con toda claridad, percibía el sonido de la llave en la puerta, el cling-cling de una campanita colgante situada a la entrada, notaba sus pasos por el piso hasta llegar a la habitación, el ruido que hacía al revolver algo, hasta notaba su presencia en forma de olor... Yo deseaba abrir los ojos y hablarle pero ambas acciones me resultaban imposibles, pese a hallarme plenamente consciente. Mi cuerpo no obedecía mis órdenes y lo cierto es que esa circunstancia me producía una angustia intensísima porque yo quería ver qué pasaba, preguntar, decirle un nuevo "hasta luego" o confirmar si habíamos quedado en algún sitio para comer...

Finalmente, los sonidos se repetían pero al revés: pasos que se alejan, la campanilla de la puerta, la llave al abrir y cerrar y hasta el ruido del ascensor...

Un día se me ocurrió preguntarle a mi marido qué "diablos" olvidaba cada sábado para tener que volver a casa un minuto después de marchar. Su respuesta fue: ¡NO LO HE HECHO NUNCA! A partir de ese momento decidí que algún ser o seres elementales, también conocidos como "bajos astrales", se estaban divirtiendo a mi costa y decidí esperar la próxima jugarreta...

En ese estado, plenamente consciente, como he puntado, aunque sin el control de mi cuerpo (no podía hablar ni abrir los ojos) se produjo una nueva experiencia. Traté de relajarme y pensar con claridad y determinación. Sabía que las percepciones que llegaban a mis sentidos eran falsas o, en todo caso, no era mi marido el que había regresado a casa. Mentalmente, ordené a esos seres, a los que taché de elementales, que me dejaran en paz y los envié a..... LA EXPERIENCIA JAMÁS SE REPITIÓ.

Un ser sentado en mi cama

Escrita por Claudia L.
Te cuento que hace pocas semanas, yo me levanté temprano -como a las 6 de la mañana- para desayunar con mi mamá, que se iba a ir a las 6:30 a.m. Después de desayunar aún estaba con sueño, subí a mi cuarto que está en el segundo piso, pero antes fui al cuarto de mi hermanito, quien estaba durmiendo. En mi casa sólo estábamos mi hermano y yo.
Entonces entré a mi cuarto, dejé la puerta abierta (hasta ahora me arrepiento de haberla dejado abierta), me eché en mi cama, y no podía dormir. Solo estaba echada. Entonces escuché como pasos en el pasadizo, pasos que bajaban las escaleras..., yo pensé que era mi hermano, que se había despertado, entonces salí de mi cuarto y fui al cuarto de mi hermano, el cual seguía durmiendo.
Regresé a mi cuarto, me acosté en la cama, y entonces escucho pasos que entran en mi habitación. Yo estaba volteada mirando a la pared, dándole la espalda a la puerta, y escucho como el sonido de una bolsa en el suelo, como si jugasen con una bolsa. Me armé de valor y decidí ver qué había. Cuando volteé no había nada, entonces voltee a mi posición inicial.
Y empiezo a escuchar los pasos, pero esta vez acercándose a mi cama. Entonces sentí como si alguien se sentara en mi cama. Estaba muy asustada, y después sentí unas uñas en mi cuello, como rascándome, y en la parte de atrás de mi nuca sentía unos pelos. Esa mano tenía pelos. Luego paró y escuché que los pasos salían de mi habitación. Entonces traté de dormir y esperé a que mi mamá regresara.


Cosas que pasan en casa de mi Abuela

Escrita por Barbara Y.
Lo que les voy a contar le pasó primero a mi familia y luego a mií. La casa de mi abuela tiene más de 100 años, es muy vieja, de teja, y por lo tanto se oyen ruidos extraños por la noche, cosa que uno puede explicar. En fin...
Hace años, cuando mis tíos y mi mamá estaban chicos, salieron de la casa de mi abuela para visitar a una de mis tías que vivía en la calle de abajo; la casa de mi abuela está en una calle que está de bajada, y en ese entonces estaba empedrada por lo cual los pocos coches que había en esos tiempos bajaban muy despacio.
Después de estar un tiempo en casa de mi tía, mi abuela junto con sus hijos, salieron para irse a su casa, cuando de pronto vieron que un coche que se detenía enfrente de la casa, y luego siguió avanzando como si nada. Al llegar a la casa, no habían pasado ni 2 minutos porque estaban realmente cerca, se dieron cuenta de que todas las ventanas y todas las puertas estaban abiertas. Mi abuela se extrañó mucho porque ella misma había dejado todo cerrado y apagado ¿qué fue lo que paso? Todavía no saben porque al entrar vieron que nada estaba forzado y las puertas y ventanas estaban abiertas por dentro, no por fuera.
Otra cosa que les pasó a un tío y a una tía, es que estaban en la misma casa de mi abuela, afuera en el corredor, cuando entraron por un vaso de agua y de pronto se oyeron los gritos de los dos pero como locos. Entraron mi abuela y mis tíos a ver qué pasaba y mis tíos no les podían contar nada del miedo que tenían. Cuando por fin pudieron hablar, les dijeron que habían visto la cara de una monja entre el maizal que tenía mi abuela a la mitad del patio. Le preguntaron a cada uno de los niños qué habían visto y los dos dijeron lo mismo, que se les había aparecido la cara de una monja en los maizales. No les tomaron mucha importancia pensando que a lo mejor los dos se habían espantado mutuamente y creyeron ver la monja, pero al cabo de los días, mi abuela también había ido en la noche por un vaso de agua y también vio a la monja entre los maizales. Al día siguiente mandó cortarlos y la monja no se ha vuelto a aparecer, y más ahora que ahí se contruyó el nuevo comedor de la casa.
Y ahora les cuento mi experiencia en esa casa, yo me fui a vivir ahí hace más de 8 años. Una noche cualquiera estaba yo profundamente dormida, cuando empecé a sentir que me paralizaba empezando desde los pies y me subía la sensación por las piernas y el torso, les juro que fue una experiencia horrible. Creo que me pasó algo que dicen por aquí la gente grande de que "se te sube el muerto". Al final no me pregunten cómo logré despertarme o moverme, pero dejé de sentirme así, pero les juro que fue horrible.
Lo último que me pasó es que estaba viendo la tele en mi cuuarto cuando sentí clarito que alguien se sentaba en mi cama. Hasta el momento no sé quién fue, pero hasta vi cómo se hundió la cama por el peso de la persona. En ese cuarto después se oyen ruidos, y mi perro en las noche le gruñe a algo que ve en las paredes pero hasta el momento no he podido ver nada y no sé lo que pasa. Según nos dijeron que hay dinero enterrado abajo de la casa, pero hasta el momento no se ha descubierto nada.
Espero que les haya gustado, saludos.


La bebé que deseó la bruja

Escrita por Adrian M.

Con este asunto de las brujas que últimamente se ha dado aquí en Nuevo León, primero con la de Santa Catarina que vió un policía cerca de un cementerio (creo que así iba la noticia cuando la ví en tv este año que recién pasó, corríjanme sí me equivoco), y segundo con el rostro de bruja que salió en una fotografía tomada en China (en Nuevo León, claro) que recién pude ver ayer también en las noticias de la mañana, recordé un relato que mi madre me contaba mucho cuando era chico; actualmente casi tengo 21 años.

Bien, resulta que mi madre cuando tenía alrededor de 8 o 9 años de edad vivía en San Miguel de Allende, Guanajuato; en aquel entonces eran como los años 60´s y la urbanización no era aún muy notoria, y por ende algunos de los hermanos de mis abuelos maternos vivían en pequeñas localidades rurales, donde apenas la población quizás llegaba a no más de 200 o 300 personas, por eso en general casi todos se conocían, por así decirlo; las localidades en su mayoría estaban compuestas por gente de raza mestiza pero más que mestizos le tiraban a ser índigenas por el color de su piel (un color moreno muy fuerte), estatura baja y rasgos faciales característicos. A mi madre le encanta decir que son indios, pero eso lo dice en tono de cariño y no en tono racista. Aclaro para que después no haya discusiones al respecto jejeje.

Una de las hermanas de mi abuela, tía de mi mamá y tía abuela por mi parte, vivía en una de esas pequeñas comunidades; en aquel entonces era bastante común que se matrimoniasen únicamente gente de la misma raza, por lo cual mi tía abuela se casó con un hombre de su misma localidad, y como por aquel entonces también era costumbre, el hombre salía a trabajar mientras mi tía quedaba en su casa a la orden de las tareas del día y al cuidado de los niños.

En esa localidad además, la gente rumoreaba que había una bruja entre ellos, pero nadie le quería hacer frente porque le tenían temor a lo que les pudiese ocurrir, ya que esta señora supuestamente era practicante de magia negra.

Mi tía abuela tuvo muchos hijos, alrededor de ocho o diez, y todos varones, y obviamente, todos con los mismos rasgos faciales de su madre y su padre, estatura baja, morenos fuertes, etc., pero una vez tuvo un embarazo y cuál sería su sorpresa que este no era varón sino que era mujer, pero lo qué más le sorprendió no fue eso sino el hecho de que a diferencia de sus padres, sus hermanos y la demás gente de la comunidad, esta bebé era muy distinta, era de un color blanco rosadito, cabello rubio fino, tipo risitos..., bueno, absolutamente nada que ver con los demás. Cuando mi tío abuelo (el padre) y mi madre la vieron no lo podían creer ¿de dónde? y bueno, en forma sarcástica hice el comentario de que quizás algún gringo (americano) vivía en los alrededores y... bueno ya saben, pero ahí fue cuando mi madre me dijo que solo en esas comunidades vivía gente de una sola raza, eran aisladas del resto, y bueno, dije, quizás solo paso por ahí, pero también me dijo que mi tía no salía de casa y raramente del pueblo... En fin sea como sea el asunto era este.

Las demás personas no tardaron en dase cuenta del nuevo nacimiento, todos querían a la pequeña bebé por lo que contaba mi madre, a cada rato cariños le llegaban de todos lados sin cesar, todo parecía miel sobre ojuelas, pero la felicidad duró poco. Una noche cuando mi tía abuela y su esposo estaban en el comedor y la bebé en la cuna de un cuarto contiguo (la casa era muy pequeña), escucharon claramente como un pájaro estaba aleteando, los ruidos según le contaron a mi madre, parecían venir de la habitación de la bebé. No le dieron más importancia y siguieron cenando, pero de pronto escucharon los aleteos cada vez más fuertes y más cercanos y fue cuando la bebé se comenzó a poner muy inquieta y comenzó a llorar, y al momento que fue mi tía al cuarto a ver qué era lo que pasaba, encontró la ventana totalmente abierta y a la bebé llorando muy fuerte y pataleando con toda su fuerza, por lo cual esa noche mejor se la llevaron a dormir con ellos.

Lo primero que se les vino a la mente fue, obviamente en ese entonces, la bruja. Al día siguiente mi tía abuela iba en camino al mercado a comprar lo indispensable para la cena, y de camino se topó con una mujer que, cuando las vió a ella y a la niña, se acercó, sonrió en forma extraña y dijo:

- ¡Ay, miren qué bonita niña chiquita preciosa!- mientras le hacía cariños en los cachetes.

Después lo que le dijo la dejó muda:

- ¿Me la regalas? andalé tú para qué la quieres, ella no es prieta...

Y al momento mi tía le dijo que no, que no podía porque era su hija, y dicho esto, la mujer se fue y poco a poco se fue perdiendo de vista. Esa misma noche mi tía fue a acostar a la bebé temprano y a atender a mi tío abuelo que llegaba cansado de su larga jornada de trabajo. Esa noche estaban comentando del asunto ocurrido en el mercado y así el tiempo se les fue entre pláticas y pláticas hasta que casi dio la media noche, y, cuando los dos ya se iban a dormir escucharon que la bebé de nuevo empezó a llorar muy fuerte y a gritar, y alborotados y asustados fueron hasta su cuarto.

De igual forma vieron la ventana abierta pero esta vez la bebé había dejado de llorar, pensaron que todo estaba bien y, al momento en que fueron para arroparla cuál sería su sorpresa y su tristeza que comprobaron que estaba muerta. Nadie supo explicar su muerte hasta ahora, y sigue siendo misteriosa, ya que por lo que cuenta su salud era excelente.

Por el momento es todo lo que relato, en otras experiencias que envíe les relataré cuando mi padre vió a la Llorona o la creyó haber visto, cómo mi abuelo vió al descabezado en Comonfort y de cómo una noche me nalguearon :-S sí palabra, Cuídense!

Amigos Imaginarios

Escrita por Martha O.

No sé cómo clasificar mis experiencias. Pero la verdad es que son diferentes e incontables. Desde pequeña he experimentado cosas muy extrañas, mi mamá dice que yo tenía amigos imaginarios de niña, aunque con el tiempo me he dado cuenta de que no eran solo amigos imaginarios. Nunca me siento sola, siempre siento como si alguien me observara o simplemente estuviera en la misma habitación que yo, o en el marco de la puerta de mi habitación.

Muy a menudo tengo a los que llaman "déjà-vu" y algunas veces sé las cosas antes de que pasen... a veces mi propia familia se ríe diciéndome que parezco bruja. Quizás por estos comentarios es que comencé a incursionarme en los temas esotéricos los cuales solamente han logrado aumentar la intensidad de mis experiencias.

Con anterioridad yo vivía en una casa antigua, en la que mi amiga imaginaria era Sara. Me cambié muy pequeña de casa, e inmediatamente dejé de verla o escucharla. Porque algunas veces no solo la veía, a veces solo la escuchaba. Nunca la he podido sacar de mi cabeza. Sueño con ella a menudo y muchas veces, en ellos, me dice que me extraña y que no puede encontrarme.

Por alguna razón siempre he presenciado las muertes de los cercanos de mi familia, y cuando no las he presenciado las he presentido. Algunas veces cuando me encuentro sola en mi habitación suelo escuchar voces que susurran a mi oído, casi siempre es la voz de una mujer; o sino siento como si alguien me observa o está sentado a mi lado, de hecho en este momento lo estoy sintiendo... siempre siento que alguien está conmigo...

Si deseas te cuento tres de esas experiencias con estas presencias. Desde que tengo memoria me han encantado los libros, escribir poemas e historias. Hace un par de años me encontraba sola en mi casa, y encerrada en mi habitación, era de noche, y me había encerrado precisamente por que me aterroriza la soledad. Pero como te decía, estaba yo leyendo tranquilamente y sentí como si alguien respiraba sobre mi oído, no sé por qué... pero mi primera reacción fue sonreír y volteé, pero no había nadie... continué sintiendo las respiraciones en mi oído hasta que el sueño me venció y me tuve que ir a la cama.

Me dormí... pero entrada ya la noche, escuché como si alguien me decía "Marta Olivia... ¿ya te dormiste?", yo solamente me acomodé y respondí "no..." y luego escuché de nuevo el susurro "pues despiértate". Inmediatamente me desperté y minutos después, mi teléfono que se encontraba en vibrador comenzó a sonar, era mi mamá avisándome que mi prima recién había tenido un accidente.

Déjame decirte que mi padre falleció cuando yo solamente tenía 10 años, lo amaba mucho, más que a nadie este mundo. Lo extraño es que es la única muerte de mi familia que no he presentido y no pude despedirme de él. Muy a menudo lo sueño pero una vez en especial fue hace un año, fue el sueño más extraño. Recuerdo que por esas épocas lo había estado extrañando más de lo normal, porque estaba enferma y cuando enfermaba solo él lograba hacerme sentir bien. Era ya muy tarde de noche y estaba encerrada en mi habitación como siempre, con el cerrojo puesto por dentro. En el sueño, él me decía que no temiera, que siempre estaba conmigo y que cualquier cosa que necesitara él me daría; en el sueño yo le decía que tenía sed, pero mi botella de agua ya estaba vacía y no quería bajar a la cocina porque hacía demasiado frío, él sólo me dijo que no me preocupara, que él me la traería pero que ahora tenía que despertar. ¡Cuando desperté, había un vaso con agua en mi mesa de noche!.

Las cosas que me han pasado de este estilo son incontables, desde chica las he tenido y nada de estas cosas que me suceden me atemorizan, es lo más extraño del caso...

Vivas de Milagro

Escrita por Carolina C.

Hace como unos 8 años, estaba dormida en mi cama, la cual da de frente a la puerta del baño. A mi lado está un buró y después la cama de mi hermana. Ella tenía la costumbre de levantarse por las noches a tomar agua del lavabo del baño, y prendía la luz que me daba en toda la cara.

Un día un tío nos regaló un abanico* el cual una noche prendimos. De repente veo que se prende la luz del baño y veo que es mi hermana, me vuelvo a acostar y me volteo hacia donde veía la cama de mi hermana ¡¡y resulta que ella estaba en la cama dormida!!

O sea que nadie estaba en el baño y la luz estaba apagada, así que me levanté rápidamente y me di cuenta de que el abanico tenía un corto y le estaban saltando chispas por todos lados. De no haberme despertado mi hermana y yo hoy no estaríamos vivas.

Gracias.

El abuelo visitó a las pequeñas

Escrita por Marielena M.

Llevo unos días leyendo las experiencias que han tenido otras personas y la verdad, no creí que le sucedieran a tanta gente. Lo que te voy a contar, pasó hace muchísimos años, al menos 19 años, sucedió cuando yo contaba con 8 o 9 años y actualmente tengo 27. Te pongo un poco en antecedentes:

Para empezar soy la pequeña de 4 hermanos y el de menos edad me lleva 16 años y el mayor me lleva unos 19, vamos que vine de rebote al mundo, en fin, que mis primos también son de la quinta de mis hermanos, así que cuando nací era el juguete de toda la familia, y en especial de mis abuelos, aunque uno solo me pudo disfrutar unos meses :-(. Siempre que pienso en mi abuelo paterno, me acuerdo de los largos paseos que hacíamos por el paseo marítimo y por el muelle viendo las barquitas y buscando lagartijas de colores debajo de las piedras jajaja, la verdad es que lo quería muchísimo y siempre andaba con él por todas partes. Él fue quien me aficionó a los caballos, incluso me llevó a las carreras de galgos, donde todos esos perros corren tras el conejito y claro está, la gente hace sus apuestas. Incluso cuando íbamos en coche nos inventábamos canciones y teníamos a mi abuela amargada. Pero... cuando yo contaba con la edad de 8 años, en un mes de septiembre, falleció.

Recuerdo que ese día mis padres y mis hermanos me dejaron durmiendo en casa y cuando desperté estaba mi vecina conmigo que me preparaba para llevarme al cole. Ese mediodía me recogieron unos familiares y me llevaron a casa de mi tía abuela (hermana de mi abuelo) y allí, así como pudo, me dijo que mi abuelo se había ido al cielo con los angelitos a descansar. En aquel momento le dije "Vale", como si nada. Creo que no asimilé lo que era la muerte ni el significado de ello, vamos tenía la idea de que cuando fuera a casa vería a mi abuelo como siempre esperándome, pero no fue así.

Esa misma tarde me llevaron a casa de mi abuela y estaba toda la familia menos él, todos con caras amargas y tristes, aún así me quedé igual. Llego el día del funeral y recuerdo que me llevaron pero fui incapaz de soltar una lágrima, aún no creía que no fuera a verlo, como si me diera igual lo que me decía la gente.

Al cabo de los días de no verlo entendí que nunca más le volvería a ver, y allí exploté a llorar y llorar, sin consuelo. Mi madre ya no sabía qué decirme ni qué hacer. Le cogí pánico a la muerte, solo lloraba y cuando mis hermanos me encontraban llorando en el sofá y me preguntaban yo les decía que no me quería morir ni que se muriera nadie más.

Mi madre le hizo el comentario a mi abuela (la viuda) de lo que me pasaba, y entonces mi abuela le contó a mi madre que la mañana anterior una de mis primas fue a preguntarle si mi abuelo sería capaz de hacerle daño a su hija; mi abuela asombrada le contestó que no, que mi abuelo sentía devoción hacia sus nietos y bisnietos. Le preguntó el por qué de la pregunta y Marga le dijo que vio a mi abuelo a los pies de la cuna de su hija pequeña; se asustó mucho, cogió a la niña y salió de la habitación.

Algo similar le ocurrió días después a otra prima, su hija de 4 años le decía que el abuelo bisabuelo iba a verla por las noches y hablaba con ella, le preguntaba si estaban todos bien... Una mañana la madre oyó llorar y hablar a la hija y cuál fue su sorpresa al entrar en la habitación... dice que sentado en la cama estaba nuestro abuelo y cuando se percató de ella, la miró, le sonrió y se desvaneció, dejando huella en la colcha.

La conclusión de mi abuela, fue que como no se había podido despedir de los miembros más jóvenes en vida, lo hacía en muerte. No sé si a mí me vino a visitar o no, pero en ese momento deseé que no lo hiciera mientras yo estuviera despierta, me acosté aterrada durante semanas, por miedo a que mi abuelo al que tanto quería se me apareciera, y ahora.... me arrepiento de no haberme despedido de él y decirle lo mucho que le iba añorar.

Sé que mi historia no tiene nada de terror, aunque no creo que las apariciones fueran imaginaciones de mis primas, dudo mucho que una nena de cuatro años se sugestione tanto como para imaginarse a mi abuelo hablando con ella. Desde entonces me asusta este futuro llamada muerte, que nadie conoce lo que es!!

Siento haberme extendido tanto pero me emocioné y no pude dejar de escribir y la verdad que me sentó bien. Otro día te comentaré un tema que ya me ha sucedido dos veces, la primera vez me asusté y la segunda no tanto y no sé que será. Un saludo y gracias por tu tiempo.


La enterramos con el Collar

Escrita por Eduardo L.

Mi nombre es Eduardo y vivo en Lima. Tengo 22 años pero todo lo que te contaré me sucedió hace muchos años, cuando tenía 11. 

Estaba toda mi familia en el cumpleaños de una tía mía por parte de padre, mi madre lucía un bellísimo collar, carísimo, algo grande y por consiguiente, pesado. Todo estaba bien hasta que llegó la mamá de mi padre y vio ese collar, lo que sucedió después de eso fue "magico". Mi abuela SE ENAMORÓ del collar, inclusive se lo pidió prestado a mi madre, se lo probó y lo tuvo un rato hasta que algo triste tuvo que devolvérselo. 

Pasados algunos meses mi abuela se puso muy mal, en unas semanas su salud se había deteriorado muchísimo y estaba desahuciada. Yo, que vivía con ella y con mis tías desde niño me sentía muy mal y en mi desesperación y al sentirme impotente hice lo que para mí no era gran cosa para nadie, pero sé que alegraría en algo a mi abuela, si es que algo a estas alturas la podía alegrar... tomé a escondidas el collar del que hablé al principio, que mi mamá solo utilizaba en ocasiones especiales y se lo llevé a mi abuela. 

Ella (que ya estaba bajo los efectos de los sedantes) lo único que hizo fue ver cómo se lo "probaba" sobre su pecho, me miró, sonrió y murió. Decidí entonces que tenía que encontrar la forma en que ella descansara en paz con el collar, sabía que si se lo colgaba al cuello se terminarían dando cuenta ya que los ataudes llevan un vidrio mientras es velado. Por lo que decidí ponerlo en su bolsillo luego de que la vistieran, aproveché un momento de descuido y lo metí en su bolsillo. Así la metieron a la caja, pusieron el vidrio y quedó sellado. Estuve cerca de ella desde que murió hasta que la pusieron en la caja por lo que me aseguré de que el collar se quedara en el bolsillo. 

Ahora viene lo raro o tal vez sea solo "misterioso"... hace un par de meses me llamó mi mamá (que vive en USA) para agradecerme por el regalo de cumpleaños que le envié. Al preguntarle qué cosa le había enviado (ya que solo le había mandado una tarjeta electrónica) me dijo lo siguiente: 
- Gracias por el collar que había perdido hace tanto tiempo, no sabía que tú lo tenías, y mucho menos que te gustara tanto como dice en la nota.

Para esto yo ya estaba con el corazón a mil por hora, luego le dije que me leyera la nota. 

"Te devuelvo esto, sé que es tuyo y te sigue gustando mucho. Feliz cumpleaños." 

Yo no sé qué pasó, no sé quién se lo envió pero no fui yo.

¿Quién arrulla al bebé?

Escrita por MATT E.

Esta historia se suscita en el estado de Querétaro, México, aunque hay versiones en otros estados e incluso en otros países. Yo les contaré la versión que llegó a mis oídos...
Era una joven pareja, Roberto y Maricela recién acababan de contraer nupcias, los dos enamorados y recién casados buscaban donde comprar su vivienda, ya habían visto algunas opciones, pero por falta de presupuesto o cercanía con su lugar de trabajo o algún desperfecto en el lugar, no se convencían por ninguno; hasta que uno de sus vecinos de el lugar donde rentaban por el momento, les comentó de una casa muy cerca de su lugar actual de residencia, la casa era grande, hermosa, de dos pisos, con un gran jardín en el patio trasero, en el que había un hermoso rosal, que pesé al abandono y paso delos años, parecía como si alguien lo cuidase con total esmero.
La casa era de un familiar del vecino que había fallecido un par de años atrás, pero sin dar mas detalles del por que o como, menciono que la había heredado y que planeaba venderla, ¿el precio? Era casi regalado y aparte sumando el descuento que le hizo a la joven pareja por el aprecio generado en el tiempo de vecinos.
Tardo poco para que la pareja se cambiase a su nuevo hogar, en poco tiempo la que fuese una casa abandonada ya lucia como un a gran mansión, todo parecía perfecto, un feliz matrimonio, el acenso de Roberto en su trabajo y Maricela embarazada, todo iba viento en popa, ya habían pasado dos años sin novedad alguna; excepto por algunos comentarios que le hacían sus amigos a la pareja, como el que en ocasiones marcaban por teléfono a su hogar y les contestaba una muchacha con voz muy amable que incluso se ofrecía a dejar el recado, cuando se encontraban con vecinos en la calle, ellos juraban haber visto a una joven mujer asomada por la ventana del segundo nivel de la casa que les sonreía amablemente, que incluso les llegaba a saludar. Era muy raro ya que esa ventana era la del cuarto que tenían previsto para el bebé.
La pareja solo se reía de lo que les contaban, ya que eran muy escépticos y no creían en esas boberías, incluso pensaban en no bautizar al futuro niño.
Pasaron los meses y llegó el nuevo integrante de la familia, Mateo un lindo varón de 3 kilos, no podían estar mas felices.
El niño llegó a su habitación, la cual habían preparado con anterioridad, era toda de azul cielo, con avioncitos dibujados por todas las paredes del cuarto, una bonita cuna y una silla mecedora donde su madre podría alimentarlo y arrullar al niño.
El niño era muy bien portado, casi no lloraba y cuando comenzaba a intentar un berrinche, bastaba con ponerlo en la cuna, para que en cuestión de minutos se callara o quedara dormido o a veces el niño se despertaba llorando y en segundos se callaba, en una ocasión mientras comían y el niño estaba en su cuna, dormido al parecer, comenzaron a escuchar sus risitas y hasta carcajaditas del infante, al subir a ver al niño todo quedó en silencio de repente, pero la silla mecedora se movía sin motivo aparente, tomaron al bebé y lo bajaron con ellos a la mesa sin dar mas importancia a lo sucedido.
El exceso de trabajo de Roberto y el encerramiento de Marisela por cuidar al niño todo el día, comenzaba a pasar la factura a la feliz familia, que comenzaban a tener problemas entre ellos, nada grave, pero con buenos momentos de tensión al principio, las peleas comenzaban a subir de intensidad, y en una ocasión que no paraban de gritarse el uno al otro, y el niño no paraba de llorar ya que lo traía cargando Marisela de un lado a otro, mientras reñían, enojadísima fue a la habitación del bebé a ponerlo en la cuna para salir a pelear de nuevo con Roberto, entere sus gritos dejaron de escuchar el llanto de el niño, fue hasta después de una hora que se dieron cuenta que el niño ya no lloraba y que al contrario había pasado del llanto a las risitas.
Se vieron mutuamente y consternados, fueron al cuarto del bebé, al abrir la puerta se llevarían el susto de sus vidas, al ver que una mujer de apariencia joven flotaba sobre el suelo aparentemente sin pies, cargaba al pequeño niño consolando su llanto mientras volteaba a verlos con molestia. Roberto se acercó corriendo y con miedo para arrebatadle al niño, y salir corriendo del lugar...
La familia al día siguiente fueron por sus cosas y decidieron salir de ahí de inmediato.
Poco después el buen vecino contaría la historia, la joven mujer que se aparecía, era su prima, que igual que Roberto y Marisela se había casado y junto con su esposo habían comprado esa casa, habían tenido a su bebé pero éste había fallecido por la tan letal muerte de cuna (muy común en los recién nacidos), su esposo la dejó al poco tiempo y su único consuelo era cuidar ese rosal como si fuese a su pequeño hijo, poco tiempo después ella se quitaría la vida en el cuarto que fuera de su bebé.
La casa no ha sido habitada desde entonces, el rosal sigue siendo cuidado, y algunos cuentan se puede ver a la joven por las ventanas que se pasea entre los cuartos que dan a la calle.


La Sombra en la Puerta

Escrita por Angelica A.

Detesto que la personas no me crean cuando Cuento algo, y yo se que es verdad; no un sueño, no una mentira, solamente una verdad que nadie cree.

Todos cuando pequeños tienen terrores y miedos. Uno cuando pequeño siempre llama a sus padres cuando se asusta, ellos te conzolan y te duermes o duermes con ellos, pasando todo el miedo que tuviste en ese momento. Y pasada esa noche de terror para ese niño todo se vuelve feliz, su salvación es la luz, el día. Que significa juegos con amigos y diversión. Pasa el tiempo de el adorable día y llega la noche, significado de terror para un niño. Y vuelven a aparecer los miedos, los gritos y el consuelo de sus padres. Pero en esta historia (100% real, dicho anteriormente) no sucede eso ( bueno, solamente escalofríos).

Alrededor de mis 7 años ( teniendo en cuenta lo que significa un fantasma, espíritu, etc.) Sentí los miedos mas grandes de mi infancia. Mis terrores antes no fueron tan grabes como antes y muchos mas diferentes, antes de ese suceso mis terrores eran: No dormir sola, y pesadillas. Pero crecí y pude superarlos, hasta que esa noche llego.

Me acuerdo que yo dormía con una mediana lampara encendida, que alumbraba todo mi pequeño cuarto, esta lampara, rosada y metálica, estaba posada en un velador que estaba situado al lado de mi cama.Mi mamá como siempre lo hacía se fue a despedir de mi,posterior mente mi papá y luego con un grito mi hermano. Luego recé y me quede profundamente dormida.

Sentía incomodidades al dormir donde abrí mis ojos quedando mi mirada en la pared. Mi habitación estaba clara por la luz que salía de mi lampara. Recorrí su cable con mi vista, deteniéndose en una flor de peluche que estaba enredada en el cuello de la lampara. Trate de dormir nuevamente pero no podía dormir, por alguna razón.

Fije finalmente mi vista en la puerta donde algo que no pude distinguir estaba parado en ella. Trate de mirarlo con mas detalles y pude concluir que era una sombra de un hombre. No pude negarlo tuve un poco de miedo, pero recordé algo que me riso recuperar la cordura de la situación. Hace algunos días mi hermano o mi papá estaban molestándome a la hora de dormir. Sobre todo mi hermano ( cuyo nombre era Víctor) que esperaba que me diera vuelta a mirar el piso donde el me esperaba para asustarme.

Sonreí con una mirada que le decía: Esta vez no te ah resultado tu broma tonto. Espere que llegara y se acercara para abrasarme (como siempre lo hacía luego de una broma), pero nunca lo iso, me quede perpleja al acto, pues no se movía, solo veía una sombra oscura, sin rostro, solo una figura de un hombre un poco alto. No resistí mas y le hable.

-Víctor- dije.
-Víctor ven!- dije con una voz moderada para no despertar a nadie. Pero no recibía respuesta alguna. Hasta que trate de otro modo.
-Papá- repetí algunas veces.
-Papi buen chiste- sonreí, pero esta se borró al instante ya que no me respondía.

No lo podía creer. Y mi miedo volvió al instante. Cuanto me hubiera gustado que fuera una broma o solo una visita de mi familia, pero no lo fue.
La duda se agrandaba, pero a la vez temía que esa “cosa” me hiciera algo. Gatee un poco con miedo por mi cama, hasta llegar a la puerta, donde se encontraba la sombra.

Deslice mi mano por la puerta… tratando de tocar esa “cosa” que me daba miedo. Al sentir que no había nada solido donde mi mano había atravesado.. me asuste como nunca antes. Mire hacía arriba, la sombra se había puesto mas negra que antes. Gatee mucho mas rápido de vuelta a mi cama y me tumbe en ella solo fijando mi vista hacía la pared, cerrando mis ojos con tal fuerza que hasta me dolía. Luego de recuperar un poco la calma ( no lo bastante) me pregunté por que no había llamado a mis padres y no había salido corriendo hacía su puerta y tirarme a su cama.

Al día siguiente no les dije nada a ellos, y tampoco en varios meses. Hasta que se los conté y bueno, mi mamá dudo mucho de mi historia, mi papá dijo que era posible pero no le creí ya que nunca volvió a tocar el tema.

Por un largo tiempo no volví a ver esa maldita sombra, aunque pasado alrededor de ese tiempo pude crecer y dormir con la luz apagada. Pero no lo niego, eh vuelto a sentir esa presencia que me causa algunos escalofríos, hasta ahora, pero aunque duermo con la luz apagada puedo ver algo que algunas veces esta observándome, pero me concentro en mi celular para desviarme o cualquier cosa.

Y esto en verdad paso, no comentan el mismo error que yo de atreverme a tocar esa “cosa”. Si no me creen en verdad me vale. Solo quería compartir una de las experiencias de mi vida.
 Bueno Adiós, saludos.

No Bajes

Cuando era pequeña, mi familia se mudó a una enorme casa de dos pisos. Era una construcción muy vieja, con techos altos, grandes ventanales y tablones que rechinaban.

Yo dormía en uno de los cuartos de la planta alta, al fondo de un largo pasillo con varios pares de puertas. Era común que me quedara allí jugando por horas con mis muñecas, pues al ser hija única, los juguetes eran mi única compañía.

Una tarde, mientras terminaba de peinar a mi muñeca favorita, escuché la voz de mi mamá, que me llamaba desde la cocina, en la planta baja.

Me levanté de un salto y salí corriendo del cuarto a toda velocidad, pues a mi madre nunca le ha gustado que la hagan esperar demasiado.

Antes de llegar a la escalera, sentí cómo un par de manos me tomaron por debajo de los brazos y me llevaron hacia el interior de una de las habitaciones.

Mi corazón dio un vuelco y la impresión me hizo soltar un grito muy agudo. Un instante después, me di cuenta que el misterioso par de manos pertenecían a mi mamá, que en ese momento, estaba cerrando la puerta con una expresión de terror en su rostro.

Se acercó a mí, y en voz baja me dijo: —No bajes a la cocina…
Yo también lo escuché.

La niña en la puerta

Escrita por Samanta T.

Hola. Antes que nada, me gustaría iniciar aclarando que ésta experiencia es 100% real, sucedió en mi casa y la vivió mi madre, una de mis hermanas y 4 perros que teníamos en ese entonces.

Sucedió en el año 1998, mi Abuela había fallecido en Enero y mi Abuelo (dueño de la casa) falleció en Junio, él se dedicaba al oficio de la plomería (fontanería) que a pesar de su avanzada edad desempeñaba de muy buena forma, por lo que no le faltaban los clientes. Durante el día mis abuelos y mi madre se quedaban solos en casa mientras que los demás estábamos en la escuela o en el trabajo, por ende al morir mis abuelos mi madre se quedaba sola y como mis hermanas estaban en edad escolar, al ir a recogerlas no se quedaba en casa salvo nadie los 4 perros que mencione.

Un día de Julio sucedió que mi madre salió precisamente a recoger a mis hermanas y al regresar se encontró que había un hombre en la puerta de la casa aparentemente hablando con alguien en el interior de la misma, cuando se acercó el hombre dijo que solo venía a buscar al fontanero (mi abuelo) pero que la niña que estaba dentro, solo le contestaba "No hay nadie, no hay nadie", y él le insistía que solo quería dejar un recado. Mi madre le comentó que efectivamente no había nadie y que el fontanero ya había fallecido, el hombre le dio las condolencias pero volvió a comentar que había una niña que desde adentro le contestaba. Mi madre supuso que tal vez alguna de las tías había llegado.

Al entrar a la casa notó un ambiente muy pesado, como negativo, los 4 perros se encontraban en un rincón y no se querían mover, al revisar toda la casa, efectivamente como la niña había dicho, "No había nadie". Todo ese día la casa se sintió rara, no lo sé explicar pero se sentía un ambiente muy pesado y los perros, no se movieron hasta pasadas varias horas...

Saludos

El Coco cumplió su promesa.

Escrita por Máximo M.

Esta historia me la contó un amigo, pero no le sucedió a él sino a su hermano. La historia cuenta con la familia del hermano de mi amigo la mujer, sus dos hijos, él y la madre de la mujer. En ese tiempo la madre de la mujer estaba muy enferma y la cuidaban en una habitación hasta que llegara el día de su despedida. Cierto día empezaron a sentir cosas en la casa, los hijos (pequeños) empezaron a ver a un hombre o a lo que ellos llamaban el cuco, al principio solo ellos lo veían así que pensaron que era parte de su imaginación.

Una noche la mujer, que estaba durmiendo sola no recuerdo porque, sintió algo en la habitación y al mirar en la oscuridad vio la silueta de un hombre sentado en su cama, ella se quedó paralizada (no es para menos), cuando recupero el aire nuevamente volvió a verlo y entonces le dijo, “vos no tenes que estar acá, vos ya no perteneces a este lugar”, se levantó fue al baño y al volver ya no estaba. Los pasos cada vez en las noches eran más fuertes, iban del living a la pieza de su madre.

Los días pasaban y cada vez era más evidente que una presencia estaba en su casa, los pasos, los niños que veían al cuco más seguido y encima esa presencia fantasmal en su habitación. Entonces un día el hermano de mi amigo decidió poner una cámara que grabara de noche en el living para ver si podía ver algo, vaya sorpresa que se llevo al otro día al ver unas esferas de luz (orbes) que se movían por toda la casa, tiempo después la madre de su mujer murió y con su muerte desaparecieron los fenómenos como si ella tendría algo que ver con eso.


Paso el tiempo y decidieron acomodar cosas en la casa, entre ellas encontraron un montón de fotos viejas, mirándolas se quedaron helados cuando de repente uno de sus hijos le dijo "mama el coco" señalando una foto, al verla detenidamente se dio cuenta que ese era el hombre que ella había visto en su habitación también, ese hombre era un antiguo novio de su madre que había quedado muy enamorado de ella y que después de separarse le prometió que cuando muriera él iba a venir a buscarla para quedarse con ella para siempre.

Tengo Compañía en Casa

Escrita por Martha G.

Esta es la primera de muchas experiencias que han pasado en mi casa.
Siempre hemos convivido con energías distintas dentro de la casa, solo que cada uno de los integrantes de la familia lo ha percibido de manera diferente. Yo en lo personal soy la que más cree en todo esto, pero la única que jamás ha visto nada, solo sentido.
Esto que te voy a contar es algo que le pasa a mi sobrino, el tiene 8 años (2010) y aunque estas cosas nos han pasado desde siempre, él desde muy pequeño las ha sentido, recuerdo que cuando él era bebé y aun no sabía hablar ni caminar no soportaba entrar a su cuarto, pero de verdad no lo toleraba, apenas entraba y se soltaba a llorar como si le hubiéramos pegado o algo así, incluso lo dormíamos en el cuarto de mis papás o en el mío y cuando lo pasábamos a su cuna ya dormido, apenas entrabamos a la habitación y se soltaba a llorar y retorcerse, duro así varios meses y después se calmó.

Conforme fue creciendo y hablando notamos que veía varias cosas, cuando apenas empezaba a hablar en su cuarto lloraba de noche y solo decía: - No quiero- y señalaba hacia la ventana, pero no sabíamos a lo que se refería, y hasta el momento lo ignoramos.

Ya más grande, como a los 4 o 5 años una noche estábamos en el cuarto de mis papás mi hermana, mi sobrino y yo platicando, el nos estaba contando lo que había hecho en la guardería y de repente exclamó -¡Ay no!-  se puso pálido, inmóvil y no reaccionaba a lo que le decíamos, mi hermana y yo no supimos que hacer. No pasó mucho tiempo, tal vez ni un minuto, cuando se recuperó y siguió hablando como si nada, mi hermana y yo le preguntamos qué pasó y solo nos dijo - esa señora, que otra vez me está molestando -.  Entonces mi hermana y yo le preguntamos -  ¿qué señora? y nos dijo - La señora que vive aquí pero casi nunca está, nada mas a veces viene, me ve y pasa arriba de mí, es chistoso, porque siento como si yo la atravesara a ella y no ella a mí, pero no importa ya se fue. Después de ese día no nos volvió a comentar nada y hoy a su edad le preguntamos y dice que no recuerda que le hayan pasado esas cosas, tal vez es mejor que él no lo recuerde pero mi hermana y yo tenemos muy grabada esa conversación en nuestras mentes

Ojalá sea de su interés esta experiencia y me pudieran contestar porque cada quien percibe las cosas de manera diferente, y porque yo si estoy tan abierta a estas experiencias nunca he podido ver nada y solo sentirlo.

Muchas Gracias.

La risa del diablo.

Escrita por Ofelia P.

Hola a todos.
Esta historia que le voy a contar me dejó completamente helada.
Estaba yo un día en mi cuarto cuando me vino un recuerdo horrible de mi infancia, que tenía que ver con mi padrastro por muchas cosas horribles que me había hecho. Entonces por el calor de los recuerdos lo maldije diciendo:
- ¡Maldito seas! ¡Ojalá te quemes en el infierno! -
En eso escuché una voz satánica y burlona que me contestó:
- ¡Allá nos vemos!


Me dio tanto terror que ahora voy a la iglesia todos los domingos. Aunque no creo en la "iglesia" creo en Dios.

Los demonios a las 03.15 am

Escrita por Joy E.

Bueno, mi nombre es Joy, soy una chica de 18 años de un lugar muy lejano, aquí les va mi historia.

Un viernes 13 de julio estaba la familia Jackson en su casa disfrutando de una cena familiar en la casa de la hija menor de 23 años, ella tenía una hija de 10 años la cual era muy alegre. Se hizo de noche, ya eran la 02:00 am y la familia decidió marcharse y sólo quedaron la joven de 23 y su hija, ella fue a visitar a su niña y la vio dada la vuelta hacia la pared. Ella exclamó:
- ¡¡Mmm, ya se durmió mi corazón!!!
Pasan las horas y la niña despierta a las 03:15 am, camina por las escaleras y se dirige a la habitación de la madre, pero en un momento queda paralizada en frente de la puerta de la habitación de la madre.

Al otro día la madre se levanta y sale a hacer el desayuno pero al salir de su habitación se encuentra a la hija de pie mirando el techo, con los ojos rojos y sus pies y manos aferradas al suelo, tanto así que sus uñas sangraban. La madre intentó hablarle y la niña sólo recitaba el Padre Nuestro al revés, y contaba del 1 al 6 tres veces.
La niña fue derivada a un manicomio y jamás pudieron lograr que ella dijera otra cosa. Años después la niña murió, ya tenía 17 años y la madre jamás se separó de ella.


Dicen que si tú te despiertas solo a las 03:15 am los demonios se te aparecen y molestan hasta poder entrar en ti...

La muerte vestida de novia

Escrita por Yesid R.


Esta historia es muy conocida en la parte norte de Colombia. Esta leyenda es de un novia que fue abandonada por su novio el día de la boda, y esa misma noche, una noche oscura y tormentosa, cansada de tanto sufrimiento, decidió suicidarse en una carretera sola y oscura. Se arrojó a un carro muriendo al instante. Desde entonces se le aparece a todos los conductores desde una colina aledaña al lugar de su muerte vestida de blanco y dando grandes gritos o bien en medio de la calle, pidiendo un aventón, y para la sorpresa del conductor, cuando dicha mujer se le monta en el auto es un esqueleto vestido de novia. Muchos han muerto de un infarto o por el desespero arrancan el auto a toda velocidad y se estrellan contra los árboles o caen por el precipicio. Por ello muchas personas prefieren viajar de día que de noche.

El niño en la carretera.

Escrita por Rossy C.

Quiero contarte una historia que me contó mi esposo. Él es de Oaxaca pero vive en Chiapas aunque viajaba constantemente con su familia a su tierra natal.

En una ocasión se dirigían a dicho lugar mi esposo y una tía de él. Él iba manejando y su tía sentada en el copiloto. Ya entrando a las curvas de Oaxaca (como a eso de las dos de la mañana), vieron a un niño parado en la carretera, se quedaron los dos mirando y le preguntó su tía – ¿viste?, era un niño parado en la carretera ¿verdad? y él le contestó que sí lo había visto, pero se les hizo extraño porque era demasiado tarde para que el niño estuviera solo en ese lugar.
Su tía volteó a ver al niño, mi esposo no quería pero su tía le insistió, miró por el retrovisor y el niño seguía allí parado. Cuando llegaron a Oaxaca se acostó a dormir porque iba muy cansado, cuando se levantó su mamá le dijo una cosa inquietante: Su hermano más chico se había levantado cuando él llegó y decía que se había estado peleando con un niño que estaba todo lleno de sangre y que se encontraba parado frente a él  y que su hermano le decía -¡déjalo dormir! ¿No ves que está cansado?


¿Inquietante, verdad?

Mi primer fantasma, la dama blanca en mi casa.

Escrita por Agatha C.

Cuando tenía 15 o 16 años descubrí que tenía el “don” de ver a los muertos.
Yo estaba sola con mi madre en casa (puedo recordar que yo estaba fregando la casa y me encontraba a la puerta del dormitorio de mi hermano), entonces vi que había algo en el baño, pero por el ángulo en el que me encontraba no podía verla bien porque el muro le tapaba medio cuerpo. Pensé que era mi hermano y le regañé: ”vete del baño, que está todo limpio y el suelo mojado” al no contestarme, volví a decírselo, ya que mi hermano es bastante bromista y siempre esta gastándome bromas, “ me estás cansando, no tiene gracia, vete, ¿sí?” pero “mi hermano” seguía en el baño, escondido…  hasta que decidí ir hacia allí, pero el timbre de la puerta me paró y le dije a él, riéndome: - Mira, tienes mucha suerte que ha sonado el timbre de la puerta, pero en cuanto abra… voy a por ti y te mato” y empecé a reírme, pronto se desvaneció mi risa por completo.

Cuando mi madre abrió la puerta y escuché a mi hermano y vi como él entraba en la casa, solté un grito desgarrador y me fui a la cocina llorando, le dije a mi madre lo sucedido y desde entonces le cogí un pánico al pasillo que no veas, pero, tenía que superarlo, ya que no tenía otra opción.

Pasadas un par de semanas me ocurrió otra cosa parecida, pero más profunda: una noche de madrugada bien pasada las dos de la mañana, mi madre y yo estábamos viendo la tele, ya era hora de acostarnos, así que mi madre fue a darle un beso a mi hermano de buenas noches y yo me dirigí a la cocina a beber agua. Pero, en cuanto apagué la luz, vi en el espejo que reflejada detrás de mí, había una mujer muy bella(al principio creí que era mi madre, pero imposible, ella estaba en el cuarto de mi hermano), esta chica estaba sentada en la silla, toda llena de luz, vestida de blanco y me sonreía… no sé porqué, pero esta vez no me asusté, su sonrisa era tan perfecta, tenía el pelo liso hasta los hombros. Me quedé mirándola unos segundos, hasta que me volví… y allí ya no había nadie, ¡había desparecido! Encendí  la luz y me fui hacia la silla, y pasé la mano lentamente donde estaba ella segundos antes. Estaba sorprendida por no haberme asustado, quizás fue aquélla sonrisa que me envió paz y tranquilidad.

Tan tranquila estaba que me fui a la cama sin decirle nada a nadie. Al día siguiente se lo conté a mi hermano y a mi madre y no me creyeron… tuve insistir mucho para que se convencieran de que no les engañaba.

Muchas veces me he preguntado si no sería la dama blanca que me visitó a mi casa, no lo sé…

Aparición en mi casa.

Escrita por Luryans M.

Una noche estaba tratando de dormir y empecé a escuchar como ruiditos en el tocador, como cuando mueven los pernos y así.
Entonces pensé que era un animal y no le di mayor importancia, pero después el ruido se hizo más fuerte y cuando abrí los ojos pude ver que un atomizador se movió. Asustada me paré y prendí la luz para ver que era pero no había nada allí. Por miedo ya no quise apagar la luz completamente y dejé la lámpara a media luz.
Intenté quedarme dormida, pero no lo conseguía. En este me asaltó la certidumbre  de que había alguien mirándome. Abrí los ojos y allí estaba, paradita a los pies de mi cama, pero mirando hacia el aparador. Era una niña que aparentaba unos cuatro años. Me daba la espalda, y estaba como si estuviera agarrando las cosas de mi tocador. Fue solo unos segundos lo que la vi, tenía el cabello cortito negro y era chiquita apenas más alta que el aparador y vestía un abrigo rosa.
Sentí tanto miedo que agarré a mi nena de su cuna y la metí a la cama conmigo pero no dormí nada, hasta que amaneció y conseguí cerrar los ojos.
 El miedo me duró una semana.

Ya estoy más tranquila porque a mí no se me ha vuelto a aparecer, pero últimamente en mi casa la han vuelto a ver. Mi hermana dice que la vio cruzar del cuarto hacia el baño, la vio cuando todos estábamos en el sala, sólo consiguió vele la cabecita, pero también se asustó muchísimo.
Mi mamá escuchó ruidos en las escaleras como que alguien subía o bajaba y cuando se asomó, solo alcanzó a verle los piecitos que iban subiendo el último escalón, supuso que era ella porque eran los pies de una niña, y eran las cinco de la madrugada.
Mi papá dice que es un alma en pena que no le tengamos miedo que se vino a refugiar aquí porque hay tres bebes: Mi nena y las de mis hermanos.
En cambio otra amiga me dijo algo que solo de recordarlo me llena de terror, dice que no existen niños ni bebes en pena porque no tienen pecados como para penar por ellos. Dice que esos son demonios. (Solo d decirlo m lleno de escalofríos)

¿Qué es? No lo sé. Solo sé que esta noche ya no podré dormir, esperare a que amanezca porque soy muy miedosa y traigo los nervios de punta por recordar a  la niña.

Saludos

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